{"id":1029,"date":"2019-05-13T20:02:23","date_gmt":"2019-05-13T20:02:23","guid":{"rendered":"http:\/\/tecuentoalgo.com\/?p=1029"},"modified":"2019-05-13T20:02:23","modified_gmt":"2019-05-13T20:02:23","slug":"la-pequena-salida-del-senor-loveday-evelyn-waugh","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/la-pequena-salida-del-senor-loveday-evelyn-waugh\/","title":{"rendered":"La peque\u00f1a salida del se\u00f1or Loveday – Evelyn Waugh"},"content":{"rendered":"
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\u2014No encontrar\u00e1s muy cambiado a tu padre \u2014dijo lady Moping mientras el coche franqueaba la verja del sanatorio del condado.v<\/p>\n

\u2014\u00bfLlevar\u00e1 uniforme? \u2014pregunt\u00f3 \u00c1ngela.<\/p>\n

\u2014No, querida, desde luego que no. Aqu\u00ed lo atienden mejor que en ninguna parte.<\/p>\n

Era la primera visita de \u00c1ngela y hab\u00eda sido a propuesta de ella misma.<\/p>\n

Hab\u00edan pasado diez a\u00f1os desde aquel lluvioso d\u00eda de finales de verano en que se llevaron a lord Moping, un d\u00eda de confusos pero amargos recuerdos para ella; el d\u00eda de la fiesta anual al aire libre de lady Moping, un d\u00eda siempre amargo y confuso debido al capricho del tiempo, que, despu\u00e9s de mantenerse sereno y prometedor hasta que llegaron los primeros invitados, hab\u00eda degenerado, de s\u00fabito, en un aguacero. Todos intentaron ponerse a cubierto; el entoldado se vino abajo; un fren\u00e9tico desfile de gente con cojines y sillas; un mantel atado a las ramas de la araucaria, ondeando bajo la lluvia; un lapso de sol y los invitados saliendo con cautela al c\u00e9sped empapado; otro chaparr\u00f3n; otros veinte minutos de sol. Una tarde atroz que hab\u00eda culminado pasadas las seis con el intento de suicidio de su padre.<\/p>\n

Lord Moping sol\u00eda amenazar con suicidarse el d\u00eda de la fiesta al aire libre. Aquel a\u00f1o lo hab\u00edan encontrado con la cara negra, colgando de sus propios tirantes en el invernadero de los c\u00edtricos; unos vecinos que se hab\u00edan resguardado all\u00ed de la lluvia lo bajaron y, antes de cenar, ya estaba all\u00ed el furg\u00f3n que ven\u00eda a buscarlo. A partir de entonces lady Moping hab\u00eda visitado peri\u00f3dicamente el sanatorio, regresando siempre a la hora del t\u00e9 y un tanto reacia a hablar de la experiencia.<\/p>\n

Muchos de sus vecinos criticaban en mayor o menor medida la reclusi\u00f3n de lord Moping. No se trataba, desde luego, de un paciente cualquiera. Viv\u00eda en un ala aparte del centro, especialmente pensada para los dementes acomodados, a los que se ten\u00eda toda la consideraci\u00f3n que sus fobias permit\u00edan. Pod\u00edan elegir la ropa que vest\u00edan (muchos ten\u00edan gustos muy extravagantes), fumar los cigarros m\u00e1s caros del mercado y, en los aniversarios de su certificaci\u00f3n, invitar a cenas privadas a otros internos por quienes sintieran apego.<\/p>\n

Pese a todo ello, el manicomio distaba mucho de ser una instituci\u00f3n de las m\u00e1s caras; el ambiguo membrete \u2014\u00abHOGAR PARA DEFICIENTES MENTALES\u00bb\u2014, estampado en el papel de carta, lucido por los empleados en los uniformes, pintado incluso en una valla muy visible sobre la entrada principal, suscitaba asociaciones muy poco halag\u00fce\u00f1as. De vez en cuando, con mayor o menor tacto, las amigas de lady Moping intentaban comentarle detalles sobre casas de reposo al borde del mar, \u00abm\u00e9dicos cualificados y grandes recintos privados ideales para el tratamiento de casos dif\u00edciles\u00bb, pero ella se lo tomaba todo a la ligera. Cuando su hijo fuera mayor de edad ya har\u00eda los cambios que juzgara oportunos; mientras tanto ella no se sent\u00eda inclinada a relajar su r\u00e9gimen econ\u00f3mico; su marido la hab\u00eda enga\u00f1ado vilmente justo el d\u00eda del a\u00f1o en que ella recababa apoyo y fidelidad, y lo estaba pasando mucho mejor de lo que se merec\u00eda.<\/p>\n

Varias figuras solitarias paseaban por el jard\u00edn arrastrando los pies.<\/p>\n

\u2014Esos son los locos de clase baja \u2014observ\u00f3 lady Moping\u2014. Para la gente como tu padre hay un jardincito precioso con muchas flores. Yo les envi\u00e9 unos esquejes el a\u00f1o pasado.<\/p>\n

Dejaron atr\u00e1s la aburrida fachada de ladrillo amarillo y llegaron a la entrada particular del doctor, quien las recibi\u00f3 en la \u00absala de visitantes\u00bb, dispuesta expresamente para entrevistas de esta \u00edndole. La ventana estaba protegida en su parte interior por barrotes y tela met\u00e1lica; no hab\u00eda hogar, y cuando \u00c1ngela trat\u00f3 de apartar discretamente su silla del radiador, comprob\u00f3 que estaba atornillada al suelo.<\/p>\n

\u2014Lord Moping est\u00e1 en buenas condiciones de verla \u2014dijo el doctor.<\/p>\n

\u2014\u00bfQu\u00e9 tal se encuentra hoy?<\/p>\n

\u2014Oh, bien, muy bien, no se preocupe. Tuvo un fuerte catarro hace semanas, pero aparte de eso su estado es excelente. Se pasa el tiempo escribiendo\u2026<\/p>\n

Oyeron un ruido como de pasos arrastr\u00e1ndose por el suelo de losas del pasillo. Al otro lado de la puerta, una voz aguda y desagradable que \u00c1ngela reconoci\u00f3 enseguida dijo:<\/p>\n

\u2014No tengo tiempo. Ya se lo he dicho. Que vuelvan luego.<\/p>\n

Otra voz, en un tono m\u00e1s suave y con un ligero acento rural, contest\u00f3:<\/p>\n

\u2014Vamos, vamos. Es una visita puramente formal. No hace falta que se quede mucho rato.<\/p>\n

La puerta se abri\u00f3 (no ten\u00eda cerradura ni pestillo) y lord Moping entr\u00f3 en la salita. Iba acompa\u00f1ado de un hombrecillo entrado en a\u00f1os con el cabello blanco y una expresi\u00f3n de gran bondad en el rostro.<\/p>\n

\u2014Les presento al se\u00f1or Loveday, que hace las veces de asistente de lord Moping.<\/p>\n

\u2014De secretario \u2014corrigi\u00f3 lord Moping. Acto seguido avanz\u00f3 como a saltitos y estrech\u00f3 la mano de su esposa.<\/p>\n

\u2014Esta es \u00c1ngela. Te acuerdas de \u00c1ngela, \u00bfverdad?<\/p>\n

\u2014No, la verdad es que no. \u00bfY qu\u00e9 quiere?<\/p>\n

\u2014Solo hemos venido a verte.<\/p>\n

\u2014Ah, pues vienen en un momento muy inoportuno. Estoy tremendamente ocupado. \u00bfHa pasado ya a m\u00e1quina esa carta al papa, Loveday?<\/p>\n

\u2014No, milord. \u00bfSe acuerda usted de que me dijo que antes comprobara las cifras de las pesquer\u00edas de Terranova?<\/p>\n

\u2014Cierto. Bueno, es una suerte, porque me temo que habr\u00e1 que redactar la carta de cabo a rabo. Despu\u00e9s de comer ha ido saliendo a la luz gran cantidad de datos nuevos. Much\u00edsima informaci\u00f3n\u2026 Ya ves, querida, estoy ocupad\u00edsimo \u2014desvi\u00f3 sus inquietos e inquisitivos ojos hacia \u00c1ngela\u2014. Supongo que habr\u00e1s venido por lo del Danubio. Bien, pues tendr\u00e1s que volver un poco m\u00e1s tarde. Diles que no habr\u00e1 ning\u00fan problema, todo va bien, pero que no he podido dedicarle la atenci\u00f3n necesaria. Diles eso.<\/p>\n

\u2014Muy bien, pap\u00e1.<\/p>\n

\u2014En realidad \u2014dijo lord Moping, enfurru\u00f1ado\u2014, es un asunto de inter\u00e9s secundario. Primero est\u00e1n el Elba, el Amazonas y el Tigris, \u00bfeh, Loveday?\u2026 Oh, y el Danubio, claro est\u00e1. Un riachuelo infecto. Yo no lo llamar\u00eda m\u00e1s que arroyo. Bien, eso es todo, gracias por haber venido. Har\u00eda m\u00e1s si pudiera, pero ya ven que no doy abasto. Cu\u00e9ntenmelo por escrito. S\u00ed, eso es: p\u00f3nganmelo en letras de molde.<\/p>\n

Dicho esto, se march\u00f3.<\/p>\n

\u2014Ya lo ven \u2014dijo el doctor\u2014, se encuentra perfectamente. Ha ganado peso, come y duerme la mar de bien. De hecho, el tono general de su organismo es irreprochable.<\/p>\n

Se abri\u00f3 la puerta de nuevo; era Loveday.<\/p>\n

\u2014Disculpe la interrupci\u00f3n, se\u00f1or, pero he pensado que a la joven quiz\u00e1 le habr\u00e1 sentado mal que milord no la haya conocido. No se lo tenga en cuenta, se\u00f1orita. La pr\u00f3xima vez seguro que estar\u00e1 encantado de verla. Es que hoy est\u00e1 molesto: se ha retrasado un poco en su trabajo. Ver\u00e1, se\u00f1or, esta semana he estado ayudando en la biblioteca y no me ha sido posible pasar a m\u00e1quina todos los informes de milord. Y \u00e9l se ha hecho un poco de l\u00edo con el \u00edndice de fichas. No pasa nada. Milord no desea ning\u00fan mal a nadie.<\/p>\n

\u2014Qu\u00e9 hombre tan agradable \u2014dijo \u00c1ngela cuando Loveday se hubo marchado de nuevo.<\/p>\n

\u2014S\u00ed, no s\u00e9 qu\u00e9 har\u00edamos sin el bueno del se\u00f1or Loveday. Todo el mundo lo adora, tanto el personal como los pacientes.<\/p>\n

\u2014Me acuerdo bien de \u00e9l. Es un consuelo saber que puede usted contar con tan buenos celadores \u2014dijo lady Moping\u2014; la gente que no lo sabe dice muchas tonter\u00edas sobre los manicomios.<\/p>\n

\u2014Oh, pero Loveday no es ning\u00fan celador.<\/p>\n

\u2014No me diga que \u00e9l tambi\u00e9n est\u00e1 chiflado \u2014intervino \u00c1ngela.<\/p>\n

\u2014Bueno, tiene ese aire, desde luego \u2014dijo el doctor\u2014, y en estos \u00faltimos veinte a\u00f1os lo hemos tratado como si fuera un demente. Loveday es el alma de esta instituci\u00f3n. Ni que decir tiene que no es uno de nuestros pacientes privados, pero permitimos que departa libremente con ellos. Es un excelente jugador de billar, hace trucos de magia el d\u00eda del festival, les arregla los gram\u00f3fonos, les hace de ayuda de c\u00e1mara, les ayuda con los crucigramas y tambi\u00e9n echa una mano en sus, digamos, aficiones. Los pacientes le dan una propinita por los servicios prestados, y a estas alturas es probable que haya amasado una peque\u00f1a fortuna. Loveday tiene mucha mano izquierda, puede incluso con los m\u00e1s conflictivos. Es una suerte tenerlo aqu\u00ed.<\/p>\n

\u2014Entiendo, pero \u00bfpor qu\u00e9 est\u00e1 internado?<\/p>\n

\u2014Es una historia bastante triste. Siendo muy joven mat\u00f3 a una persona, una mujer a la que apenas conoc\u00eda, la hizo caer de la bicicleta y despu\u00e9s la estrangul\u00f3. Loveday se entreg\u00f3 de inmediato y desde entonces no se ha movido de aqu\u00ed.<\/p>\n

\u2014Pero si ya no puede hacer el menor da\u00f1o a nadie, \u00bfpor qu\u00e9 no lo dejan salir?<\/p>\n

\u2014Bien, imagino que si a alguien le interesara, saldr\u00eda. No tiene m\u00e1s parientes que una hermanastra que vive en Plymouth. Hace a\u00f1os sol\u00eda venir a verlo, pero dej\u00f3 de hacerlo. \u00c9l es muy feliz aqu\u00ed, y les aseguro que no seremos nosotros quienes demos el primer paso para que se marche. Nos es demasiado valioso.<\/p>\n

\u2014Pero no me parece justo \u2014dijo \u00c1ngela.<\/p>\n

\u2014F\u00edjese en su padre \u2014dijo el doctor\u2014. Estar\u00eda bastante perdido sin tener a Loveday como secretario.<\/p>\n

\u2014No me parece justo.<\/p>\n

II<\/p>\n

\u00c1ngela abandon\u00f3 el sanatorio con una opresiva sensaci\u00f3n de injusticia. Su madre se mostr\u00f3 poco comprensiva.<\/p>\n

\u2014Imag\u00ednate: pasarse toda la vida encerrado en un manicomio.<\/p>\n

\u2014Intent\u00f3 ahorcarse en el invernadero \u2014replic\u00f3 lady Moping\u2014, delante de los Chester-Martin nada menos.<\/p>\n

\u2014No me refiero a pap\u00e1, sino al se\u00f1or Loveday.<\/p>\n

\u2014Creo que no le conozco.<\/p>\n

\u2014S\u00ed, mam\u00e1, el loco que han asignado para que cuide de pap\u00e1.<\/p>\n

\u2014\u00bfEl secretario de tu padre? Una persona muy decente, me ha parecido a m\u00ed, y sumamente id\u00f3neo para ese cometido.<\/p>\n

\u00c1ngela no volvi\u00f3 a insistir durante un rato, pero al d\u00eda siguiente sac\u00f3 el tema a relucir durante la comida.<\/p>\n

\u2014Mam\u00e1, \u00bfqu\u00e9 hay que hacer para sacar a alguien del manicomio?<\/p>\n

\u2014\u00bfDel manicomio? Santo cielo, hija, espero que no est\u00e9s pensando en que tu padre vuelva a esta casa.<\/p>\n

\u2014No, no, quiero decir el se\u00f1or Loveday.<\/p>\n

\u2014Me parece, \u00c1ngela, que est\u00e1s muy desconcertada. Ya veo que no fue buena idea llevarte ayer de visita.<\/p>\n

Terminado el almuerzo, \u00c1ngela se meti\u00f3 en la biblioteca y, al poco rato, ya estaba inmersa en la entrada de la enciclopedia sobre legislaci\u00f3n referida a casos de demencia.<\/p>\n

No volvi\u00f3 a hablar de ello con su madre, pero, quince d\u00edas despu\u00e9s, ante la posibilidad de llevar unos faisanes a su padre con motivo de su und\u00e9cima fiesta de certificaci\u00f3n, se mostr\u00f3 ins\u00f3litamente dispuesta a hacer de recadero. Su madre ten\u00eda otras cosas en la cabeza y no advirti\u00f3 nada sospechoso.<\/p>\n

\u00c1ngela fue en su peque\u00f1o autom\u00f3vil hasta el sanatorio y, despu\u00e9s de hacer entrega de los faisanes, pregunt\u00f3 por el se\u00f1or Loveday. Estaba, en ese momento, preparando una corona para uno de sus compa\u00f1eros, un hombre que esperaba ser ungido de un momento a otro emperador del Brasil, pero Loveday dej\u00f3 lo que estaba haciendo para charlar unos minutos con \u00c1ngela. Hablaron de la salud de su padre y de su estado de \u00e1nimo. Finalmente, \u00c1ngela dijo:<\/p>\n

\u2014\u00bfUsted nunca tiene ganas de marcharse?<\/p>\n

El se\u00f1or Loveday la mir\u00f3 con sus afables ojos azul gris.<\/p>\n

\u2014Me he acostumbrado a esta vida, se\u00f1orita. Les tengo cari\u00f1o a las personas que residen aqu\u00ed y dir\u00eda que algunas de ellas tambi\u00e9n sienten cari\u00f1o por m\u00ed. Como m\u00ednimo, creo que me echar\u00edan de menos si me marchara.<\/p>\n

\u2014Pero \u00bfnunca piensa en ser libre otra vez?<\/p>\n

\u2014Desde luego que s\u00ed, pienso en ello casi cada momento.<\/p>\n

\u2014\u00bfQu\u00e9 har\u00eda si saliera de aqu\u00ed? \u2014pregunt\u00f3 \u00c1ngela\u2014. Seguro que hay algo que preferir\u00eda hacer antes que quedarse en este sanatorio.<\/p>\n

El hombre se rebull\u00f3 un tanto inquieto.<\/p>\n

\u2014Mire, se\u00f1orita, no quisiera parecer desagradecido, pero no puedo negar que me vendr\u00eda muy bien hacer una peque\u00f1a salida, antes de que sea demasiado viejo para disfrutar de ello. Imagino que todo el mundo tiene alguna ambici\u00f3n secreta; en mi caso hay algo que muchas veces he deseado poder hacer. Prefiero que no me pregunte de qu\u00e9 se trata\u2026 No ser\u00eda una cosa de mucho rato. Pero estoy convencido de que si pudiera hacerlo, aunque fuera solamente una tarde, ya podr\u00eda morir tranquilo. Me ser\u00eda m\u00e1s f\u00e1cil volver a esta vida y dedicarme a los pobres dementes con mayor entusiasmo. S\u00ed, estoy convencido.<\/p>\n

Aquella tarde, volviendo en su coche, \u00c1ngela no pudo contener las l\u00e1grimas.<\/p>\n

\u2014Ese hombre es un santo; es preciso que disfrute de su peque\u00f1a salida \u2014dijo.<\/p>\n

III<\/p>\n

A partir de aquel d\u00eda y durante muchas semanas \u00c1ngela tuvo una nueva meta en la vida. Hac\u00eda las tareas cotidianas con aire abstra\u00eddo y una reservada cortes\u00eda poco habitual, cosa que ten\u00eda muy desconcertada a lady Moping.<\/p>\n

\u2014Me parece que la ni\u00f1a se ha enamorado. Solo espero que no sea de ese chico tan ordinario, el hijo de los Egbertson.<\/p>\n

Le\u00eda a todas horas en la biblioteca, interrogaba a todo aquel invitado a la casa que pretendiera ser una autoridad en materia legal o m\u00e9dica, mostr\u00f3 una extremada buena voluntad para con el viejo sir Roderick Lane-Foscote, el diputado de la familia. Los t\u00e9rminos \u00abalienista\u00bb, \u00ababogado\u00bb o \u00abfuncionario del gobierno\u00bb hab\u00edan adquirido para ella la fascinaci\u00f3n que otrora rodeaba a actores de cine y luchadores profesionales. Se hab\u00eda convertido en una mujer con una causa, y, antes de que la temporada de caza tocara a su fin, hab\u00eda logrado sus objetivos: el se\u00f1or Loveday consigui\u00f3 su libertad.<\/p>\n

El doctor, pese a cierta reticencia inicial, no puso grandes reparos. Sir Roderick escribi\u00f3 una carta al Ministerio del Interior. Una vez firmados los documentos necesarios, lleg\u00f3 para el se\u00f1or Loveday el d\u00eda de abandonar la que hab\u00eda sido su casa durante tan largos y fruct\u00edferos a\u00f1os.<\/p>\n

Hubo un poco de ceremonia en su partida. \u00c1ngela y sir Roderick Lane-Foscote se sentaron con los doctores en el escenario del gimnasio. Todos aquellos internos considerados lo suficientemente equilibrados como para aguantar las emociones se encontraban presentes.<\/p>\n

Lord Moping, no sin algunos gestos de pesar, entreg\u00f3 al se\u00f1or Loveday en nombre de los locos acaudalados una pitillera de oro; los que se consideraban a s\u00ed mismos emperadores lo cubrieron de condecoraciones y t\u00edtulos de honor. Los celadores le regalaron un reloj de plata, y muchos de los internos que no eran de pago lloraron aquel d\u00eda.<\/p>\n

El principal discurso de la tarde corri\u00f3 a cargo del doctor.<\/p>\n

\u2014Recuerde \u2014se\u00f1al\u00f3\u2014 que deja usted a su paso nada m\u00e1s que nuestros mejores deseos. El tiempo no har\u00e1 sino acrecentar la deuda que todos creemos tener con usted. Si en el futuro llegara a cansarse de la vida en el exterior, aqu\u00ed siempre ser\u00e1 bienvenido. Su puesto seguir\u00e1 vacante.<\/p>\n

Una docena de internos m\u00e1s o menos afligidos le siguieron cojeando o dando saltitos por el camino de grava hasta que se abri\u00f3 la verja y el se\u00f1or Loveday penetr\u00f3 en su libertad. El peque\u00f1o ba\u00fal que pose\u00eda estaba ya en la estaci\u00f3n; \u00e9l decidi\u00f3 ir a pie. Hab\u00eda tenido sus reservas con respecto a abandonar el sanatorio, pero iba bien provisto de dinero y la impresi\u00f3n general era que, antes de visitar a su hermanastra en Plymouth, ir\u00eda a Londres a divertirse un poco.<\/p>\n

De ah\u00ed que la sorpresa fuera general al verlo regresar dos horas despu\u00e9s de su liberaci\u00f3n. Apareci\u00f3 enigm\u00e1ticamente risue\u00f1o, con una sonrisa afable y un tanto engre\u00edda de remembranza.<\/p>\n

\u2014He vuelto \u2014le comunic\u00f3 al doctor\u2014. Creo que ahora me quedar\u00e9 aqu\u00ed definitivamente.<\/p>\n

\u2014Pero, Loveday, qu\u00e9 vacaciones tan cortas. Mucho me temo que no se habr\u00e1 divertido apenas nada.<\/p>\n

\u2014Oh, al contrario, se\u00f1or, gracias, se\u00f1or. Me he divertido much\u00edsimo. Todos estos a\u00f1os he venido prometi\u00e9ndome que me dar\u00eda un peque\u00f1o gusto. Han sido cortas, pero muy provechosas. Ahora podr\u00e9 dedicarme de nuevo a mi trabajo sin el menor remordimiento.<\/p>\n

Unos quinientos metros m\u00e1s all\u00e1 del sanatorio, descubrieron m\u00e1s tarde una bicicleta abandonada. Era de mujer y bastante antigua. Cerca de ella, en la cuneta, yac\u00eda el cuerpo estrangulado de una mujer joven que, volviendo en bici a su casa para tomar el t\u00e9, hab\u00eda adelantado al se\u00f1or Loveday mientras este caminaba en\u00e9rgicamente meditando sobre sus oportunidad.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/article>\n

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