{"id":1296,"date":"2019-10-09T15:27:25","date_gmt":"2019-10-09T15:27:25","guid":{"rendered":"http:\/\/tecuentoalgo.com\/?p=1296"},"modified":"2021-08-08T19:03:56","modified_gmt":"2021-08-08T19:03:56","slug":"maldita-primavera-juan-c-onetti-originalmente-publicado-en-cuentos-completos-alfaguara-1994","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/maldita-primavera-juan-c-onetti-originalmente-publicado-en-cuentos-completos-alfaguara-1994\/","title":{"rendered":"Maldita primavera – Juan C.Onetti – Originalmente publicado en\u00a0Cuentos completos\u00a0(Alfaguara), 1994"},"content":{"rendered":"
A<\/span>quella ma\u00f1ana temprano\u00a0Ar\u00e1nzuru abri\u00f3 la gran ventana sobre los olores del jard\u00edn y un viento leve y caprichoso le toc\u00f3 la cara y le revolvi\u00f3 el pelo. Aquella ma\u00f1ana temprano\u00a0Ar\u00e1nzuru abri\u00f3 la gran ventana sobre los olores del jard\u00edn y un viento leve y caprichoso le toc\u00f3 la cara y le revolvi\u00f3 el pelo. Mientras se afeitaba, medio enfermo de sue\u00f1o por haber dormido poco, se interrumpi\u00f3 para mirar fijamente el espejo. La cara sin arrugas pero con la carne floja bajo […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":1297,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[10,39,19],"tags":[],"class_list":{"0":"post-1296","1":"post","2":"type-post","3":"status-publish","4":"format-standard","5":"has-post-thumbnail","7":"category-cuentos-cortos","8":"category-juan-carlos-onetti","9":"category-los-mejores-cuentos-clasicos","10":"czr-hentry"},"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1296","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=1296"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1296\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/1297"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=1296"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=1296"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=1296"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nMientras se afeitaba, medio enfermo de sue\u00f1o por haber dormido poco, se interrumpi\u00f3 para mirar fijamente el espejo. La cara sin arrugas pero con la carne floja bajo el ment\u00f3n; las sienes con el pelo gris y mal cortado; los ojos sin brillo donde la curiosidad estaba muriendo; los labios a\u00fan rojos terminando con brusquedad en ca\u00eddas amargas. No encontraba huellas del alcohol de la noche anterior.
\nSe puso bajo la ducha tibia y luego helada, restregando el jab\u00f3n con una furia mani\u00e1tica.
\nHelga hab\u00eda prometido, en el tel\u00e9fono, llegar por la ma\u00f1ana, llegar antes de mediod\u00eda y preparar el almuerzo. La hab\u00eda visto por primera vez cuando ella ten\u00eda diecis\u00e9is a\u00f1os y \u00e9l estaba siendo empujado a la cuarentena. Fueron amantes espor\u00e1dicos durante dos a\u00f1os. Despu\u00e9s la sacaron del pa\u00eds y ahora hab\u00eda vuelto, cinco a\u00f1os despu\u00e9s del adi\u00f3s.
\nNo sab\u00eda si Helga, que ahora era una mujer, lo hab\u00eda llamado para decirle que estaba terminado el par\u00e9ntesis. No quer\u00eda saber por qu\u00e9 hab\u00eda sonado aquella voz reconocible, pero distinta a la del recuerdo, alegre, pesada, segura.
\nMientras ca\u00eda un chaparr\u00f3n, despu\u00e9s de los aullidos y semidesmayos en la cama, ella se empe\u00f1\u00f3 en hacer el almuerzo y se meti\u00f3 con una vieja bata de Ar\u00e1nzuru en la peque\u00f1a cocina. \u00c9l cocinaba siempre a mediod\u00eda y nada com\u00eda por la noche.
\nFumando en la cama oy\u00f3 el ruido de los huevos al fritarse y aspir\u00f3 junto al humo del cigarrillo un tenue olor de cosa que se quema. Entonces, de pronto, y sin motivo definible comenz\u00f3 a desconfiar. Y esta desconfianza se extend\u00eda al pasado, mientras sent\u00eda las d\u00e9biles quemaduras de la ceniza en los vellos del pecho. La sospecha retroced\u00eda hasta los pr\u00f3logos con Helga, hasta la felicidad y la fe de las primeras noches clandestinas, cuando Helga avisaba a su familia de que pasar\u00eda la noche con su mejor amiga. Cubr\u00eda tambi\u00e9n un despu\u00e9s, cuando ella no ten\u00eda que pedir permiso a nadie y \u00e9l, exclusivamente acaso, era el destino de las mentiras. As\u00ed, hasta que la sospecha le lleg\u00f3 a las piernas \u2014luego de resbalar sin respuesta sobre el tr\u00edo masculino, mustio ahora, arrugado en su petici\u00f3n de descanso\u2014 y lo oblig\u00f3 a saltar desnudo de la cama y hundir la cabeza en la abertura de la ventana, ver y respirar la primavera y pensar en un verso an\u00f3nimo, en una imprecaci\u00f3n: \u00abPor qu\u00e9 habr\u00e1s vuelto maldita primavera\u00bb.
\nDurante la comida sin gracia, Ar\u00e1nzuru miraba sol y llovizna en la ventana, oy\u00e9ndola masticar. Luego supo que no estaba equivocado. Un r\u00e1pido amor en el borde de la cama, un mont\u00f3n reiterado y consciente de caricias en la frente y el ment\u00f3n. Despu\u00e9s la mirada, los ojos sin amparo antes de la s\u00faplica h\u00fameda:
\n\u2014Quiero ir a Ibiza, tengo que ir. Y no tengo dinero. Ay, amor, si pudieras ayudarme.
\n\u2014\u00bfIbiza? \u2014pregunt\u00f3 \u00e9l sabiendo que trampeaba\u2014. Ibiza. Vamos juntos.
\n\u2014Es que yo\u2026 La verdad, tengo un compromiso.
\nAr\u00e1nzuru dej\u00f3 la cama, tanto semen perdido, y fue a sentarse al escritorio.
\nDesnudos los dos, casi rid\u00edculos. Ella empez\u00f3 a vestirse.
\n\u2014Siempre fuiste una puta y estuve loco por ti, porque nunca tropec\u00e9 con una puta tan puta. Dime cu\u00e1nto quieres o quiere tu nuevo macho. Te hago el cheque.
\nAhora el cielo estaba limpio, el sol intenso y afuera las plantas ergu\u00edan nuevamente sus tallos floridos.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"