{"id":1668,"date":"2020-05-11T13:26:10","date_gmt":"2020-05-11T13:26:10","guid":{"rendered":"http:\/\/tecuentoalgo.com\/?p=1668"},"modified":"2021-04-24T21:03:06","modified_gmt":"2021-04-24T21:03:06","slug":"el-centinela-jorge-luis-borges","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/el-centinela-jorge-luis-borges\/","title":{"rendered":"El centinela – Jorge Luis Borges"},"content":{"rendered":"
E<\/span>ntra la luz y me recuerdo; ah\u00ed est\u00e1. Entra la luz y me recuerdo; ah\u00ed est\u00e1.Empieza por decirme su nombre, que es ya se entiende) el m\u00edo.Vuelvo a la esclavitud que ha durado m\u00e1s de siete veces diez a\u00f1os.Me impone su memoria.Me impone las miserias de cada d\u00eda, la condici\u00f3n humana.Soy su viejo enfermero; me obliga a que le lave los pies.Me acecha […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":1669,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[10,32,19],"tags":[],"class_list":{"0":"post-1668","1":"post","2":"type-post","3":"status-publish","4":"format-standard","5":"has-post-thumbnail","7":"category-cuentos-cortos","8":"category-jorge-luis-borges","9":"category-los-mejores-cuentos-clasicos","10":"czr-hentry"},"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1668","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=1668"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1668\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/1669"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=1668"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=1668"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=1668"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
Empieza por decirme su nombre, que es ya se entiende) el m\u00edo.
Vuelvo a la esclavitud que ha durado m\u00e1s de siete veces diez a\u00f1os.
Me impone su memoria.
Me impone las miserias de cada d\u00eda, la condici\u00f3n humana.
Soy su viejo enfermero; me obliga a que le lave los pies.
Me acecha en los espejos, en la caoba, en los cristales de las tiendas.
Una u otra mujer lo ha rechazado y debo compartir su congoja.
Me dicta ahora este poema, que no me gusta.
Me exige el nebuloso aprendizaje del terco anglosaj\u00f3n.
Me ha convertido al culto idol\u00e1trico de militares muertos, con los
que acaso no podr\u00eda cambiar una sola palabra.
En el \u00faltimo tramo de la escalera siento que est\u00e1 a mi lado.
Est\u00e1 en mis pasos, en mi voz.
Minuciosamente lo odio.
Advierto con fruici\u00f3n que casi no ve.
Estoy en una celda circular y el infinito muro se estrecha.
Ninguno de los dos enga\u00f1a al otro, pero los dos mentimos.
Nos conocemos demasiado, inseparablemente hermano.
Bebes el agua de mi copa y devoras mi pan.
La puerta del suicida est\u00e1 abierta, pero los te\u00f3logos afirman que
en la sombra ulterior del otro reino estar\u00e9 yo, esper\u00e1ndome.
En Borges, J.L. (1972) El oro de los tigres<\/span>, en Jorges Luis Borges (1974) Obras Completas<\/span>, Buenos Aires: Emec\u00e9.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"