{"id":1800,"date":"2020-07-16T13:10:21","date_gmt":"2020-07-16T13:10:21","guid":{"rendered":"http:\/\/tecuentoalgo.com\/?p=1800"},"modified":"2020-07-16T13:10:23","modified_gmt":"2020-07-16T13:10:23","slug":"el-golpe-elbio-firpo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/el-golpe-elbio-firpo\/","title":{"rendered":"El golpe – Elbio Firpo"},"content":{"rendered":"

M<\/span>ientras caminaba hacia la que hab\u00eda sido su casa, Mauricio Albornoz,  reflexionaba sobre las causas de su separaci\u00f3n ocurrida seis meses atr\u00e1s. Lo que hab\u00eda sido una decisi\u00f3n transitoria, mudarse a la f\u00e1brica  familiar donde ten\u00eda un peque\u00f1o dormitorio al lado de su despacho, esperando una posible reconciliaci\u00f3n, se hab\u00eda transformado en el hecho consumado de que el divorcio era la \u00fanica opci\u00f3n.<\/p>\n

Llevado por su juventud e irreflexivo esp\u00edritu, hab\u00eda integrado a la madre de su mujer a su familia. Error que pagar\u00eda muy caro. Pocos creyeron o dijeron creer su versi\u00f3n de los hechos. Como las circunstancias de aquella convivencia eran de dif\u00edcil comprensi\u00f3n, peque\u00f1as iniquidades, l\u00e1grimas oportunas, silencios calculados, sus amigos atribu\u00edan a su mal car\u00e1cter el lamentable pero previsible final.<\/p>\n

Ma\u00f1ana firmar\u00edan el compromiso de venta. Todo hab\u00eda sido meticulosamente pautado por abogados y escribanos. Ma\u00f1ana a las nueve de la ma\u00f1ana.<\/p>\n

Por eso lo sorprendi\u00f3 la llamada de su mujer para que pasara por el apartamento.<\/p>\n

No hab\u00eda nada que de que hablar. Nada para rescatar. Sin embargo, una fr\u00e1gil esperanza aleteaba inquieta en su fuero m\u00e1s \u00edntimo.<\/p>\n

El portero le abri\u00f3 la puerta con sonrisa inc\u00f3moda. Los olores familiares del edificio lo perturbaron dolorosamente. Dej\u00f3 el ascensor en el sexto piso y puls\u00f3 el timbre.<\/p>\n

-Pas\u00e1\u2026pas\u00e1.- le dijo ella- confusamente amable.<\/p>\n

Apenas llegaban de la calle los ruidos del tr\u00e1nsito.<\/p>\n

Charlaron quedamente sentados en los c\u00f3modos sillones comprados en un remate.<\/p>\n

Ahora que todo estaba perdido, recobraban sin darse cuenta, la facilidad del di\u00e1logo, v\u00ednculo que los un\u00eda a las cosas cercanas y familiares..<\/p>\n

Su rostro perd\u00eda la rigidez y recuperaba la tristeza.<\/p>\n

Quiz\u00e1s olvidaron porqu\u00e9 se reun\u00edan. Pronto quedar\u00edan vac\u00edas las paredes y los rincones c\u00e1lidos de lana y almohadones.<\/p>\n

Tambi\u00e9n la gruesa alfombra que tanto hab\u00edan deseado.<\/p>\n

Por ahora todo estaba all\u00ed. Mantenido m\u00e1gicamente. Devuelto desde el fondo de una memoria no muy lejana.<\/p>\n

Mauricio agradeci\u00f3 que sus hijos no estuvieran. Su presencia despu\u00e9s de tantos meses los inducir\u00eda a una penosa confusi\u00f3n.<\/p>\n

Estaban solos. Por lo menos as\u00ed lo crey\u00f3 Mauricio. Un silencio profundo e infrecuente en los largos meses de convivencia con aquella sombra pesando sobre la intimidad de sus vidas. Aunque estuviera encerrada en su dormitorio. Como una ara\u00f1a escondida en el extremo de su tela atenta a  que la v\u00edctima deje de moverse. Con el tiempo y la paciencia que su yerno, ingenuamente impetuoso, hab\u00eda perdido sin remedio.<\/p>\n

Las campanadas del reloj dieron las ocho.<\/p>\n

Cuando le tom\u00f3 su mano, apenas un apoyar de la palma, leve como cuando se acaricia la cabeza de un reci\u00e9n nacido, ella no retir\u00f3 la suya. Primer contacto f\u00edsico despu\u00e9s de tanto tiempo.  Pero no hab\u00eda en el gesto nada de sensual, solo la necesidad de recobrar una incierta ternura. La sorpresa de ese rostro nuevo que descubr\u00eda y que quiz\u00e1s estuviera a punto de llorar.<\/p>\n

Se dej\u00f3 llevar por un sentimiento de  entrega y por un instante crey\u00f3 formar parte de ese ilusorio universo familiar que tanto amaba.<\/p>\n

Se hallaban en una zona neutral. Moj\u00f3n donde los extremos equidistan y pierden nitidez sin tener conciencia de lo pr\u00f3ximo que estaban de uno de ellos.<\/p>\n

Algo ocurri\u00f3 entonces.<\/p>\n

Una sombra tras los visillos de las puertas?  Un reflejo de luz encendida en alguna de aquellas habitaciones que una vez le pertenecieron? Un paso furtivo rozando la lana de la alfombra?<\/p>\n

Lo asalt\u00f3 el temor infantil de algo oprobioso que lo acechaba al caer la noche y los cuartos se llenaban de sombras. Cuando buscaba en el dormitorio materno su segura tibieza.<\/p>\n

Dej\u00f3 su mano.<\/p>\n

Se sec\u00f3 su rostro. Ahora lo contemplaba desde muy lejos. Donde no era posible ning\u00fan di\u00e1logo.<\/p>\n

Y entonces empez\u00f3 el ruido.<\/p>\n

Sin ritmo. Absurdo y ofensivo.<\/p>\n

Resbalaba el cuchillo sobre el tenedor y golpeaba la loza del plato.<\/p>\n

Una y otra vez. M\u00e1gico y tribal.<\/p>\n

Impon\u00eda desde la cocina, invisible para ellos, su perentoria orden.<\/p>\n

Su mandato.<\/p>\n

Se despidieron fr\u00edamente. Sobre el territorio perdido ca\u00eda la noche.<\/p>\n

Percibi\u00f3 las paredes vac\u00edas y el piso desnudo.<\/p>\n

Y tuvo miedo por ellos.<\/p>\n

Como un eco angustioso las voces hu\u00e9rfanas de sus hijos se perdieron por estancias desoladas.<\/p>\n

 <\/p>\n

Elbio Firpo.  Mayo del 2009<\/p>\n

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Mientras caminaba hacia la que hab\u00eda sido su casa, Mauricio Albornoz,  reflexionaba sobre las causas de su separaci\u00f3n ocurrida seis meses atr\u00e1s. Lo que hab\u00eda sido una decisi\u00f3n transitoria, mudarse a la f\u00e1brica  familiar donde ten\u00eda un peque\u00f1o dormitorio al lado de su despacho, esperando una posible reconciliaci\u00f3n, se hab\u00eda transformado en el hecho consumado […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":1801,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[10,20],"tags":[],"class_list":{"0":"post-1800","1":"post","2":"type-post","3":"status-publish","4":"format-standard","5":"has-post-thumbnail","7":"category-cuentos-cortos","8":"category-cuentos-de-elbio-firpo","9":"czr-hentry"},"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1800","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=1800"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1800\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/1801"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=1800"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=1800"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=1800"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}