{"id":1940,"date":"2020-09-07T11:41:28","date_gmt":"2020-09-07T11:41:28","guid":{"rendered":"http:\/\/tecuentoalgo.com\/?p=1940"},"modified":"2020-09-16T10:52:44","modified_gmt":"2020-09-16T10:52:44","slug":"la-roma-de-marco-tulio-ciceron","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/la-roma-de-marco-tulio-ciceron\/","title":{"rendered":"LA ROMA DE MARCO TULIO CICER\u00d3N"},"content":{"rendered":"
Los millones de hombres que conforman un pueblo<\/em><\/p>\n Son necesarios para que nazca un solo genio.<\/em><\/p>\n Igualmente han de transcurrir millones de horas in\u00fatiles antes<\/em><\/p>\n de que se produzca un momento estelar de la humanidad.<\/em><\/p>\n <\/em><\/p>\n L<\/span>o m\u00e1s prudente que puede hacer un hombre sensato y no muy intr\u00e9pido cuando se encuentra con otro m\u00e1s fuerte que \u00e9l es evitarlo y, sin avergonzarse, aguardar un cambio, hasta que el camino vuelva aquedar libre. Marc Tulio Cicer\u00f3n (106 – 42 a.C.), el primer humanista del imperio romano, el maestro de la oratoria, defensor de la justicia, se afan\u00f3 durante tres d\u00e9cadas por servir a la ley heredada de sus mayores y por mantener la rep\u00fablica. Sus discursos han quedado grabados en los anales de la Historia. Sus obras literarias, en los sillares de la lengua latina. Combati\u00f3 la anarqu\u00eda en la persona de Catilina. La corrupci\u00f3n, en la de Verres. Y la amenaza de la dictadura, en las de los generales victoriosos. Su libro De re p\u00fablica <\/em>se consider\u00f3 en su \u00e9poca como el c\u00f3digo \u00e9tico del Estado ideal. Pero ahora llega alguien m\u00e1s fuerte. Con sus legiones galas, Julio C\u00e9sar, al que en un principio ha promovido por ser el de m\u00e1s edad y el m\u00e1s notable se ha convertido de la noche a la ma\u00f1ana en el due\u00f1o y se\u00f1or de Italia. Como Jefe absoluto del poder militar no necesita m\u00e1s que extender la mano para hacerse con la corona imperial que Antonio le ha ofrecido ante el pueblo congregado. En vano se enfrenta Cicer\u00f3n a la autocracia de C\u00e9sar, tan pronto como \u00e9ste infringe la ley en el momento que cruza el Rubic\u00f3n. En vano intenta movilizar a los \u00faltimos defensores de la libertad contra los violentos. Como siempre, los cohortes se muestran m\u00e1s poderosos que las palabras. C\u00e9sar, a un tiempo hombre de esp\u00edritu y de acci\u00f3n, ha triunfado por completo. De haber sido vengativo, como la mayor\u00eda de los dictadores, pod\u00eda haber eliminado sin contemplaciones, tras su clamorosa victoria, a ese obstinado defensor de la ley, o al menos haberlo enviado al destierro. Sin embargo, m\u00e1s que todos sus triunfos militares lo que honra a Julio C\u00e9sar es su magnanimidad tras la victoria. A Cicer\u00f3n, su opositor, ahora acabado, le concede la vida, sin hacer el m\u00e1s m\u00ednimo intento de humillarlo, y \u00fanicamente le sugiere que se retire de la vida pol\u00edtica, que ahora le pertenece a \u00e9l y en la que a cualquier otro s\u00f3lo le corresponde el papel de figurante mudo y obediente.<\/p>\n Gracias al golpe de Estado de C\u00e9sar, que le aparta de la res p\u00fablica, <\/em>de los asuntos de Estado, a Cicer\u00f3n se le brinda la oportunidad de cuidar de modo productivo la res privata, <\/em>de los asuntos particulares, lo m\u00e1s importante del mundo. Resignado, Cicer\u00f3n abandona el foro, el senado y el imperio a la dictadura de Julio C\u00e9sar. Que otros defiendan los derechos del pueblo, al que las luchas de gladiadores y los juegos le importan m\u00e1s que su propia libertad. Roma, la ciudad, atrayente y abrumadora, est\u00e1 lejos, como un simple humo en el horizonte, y, sin embargo, lo bastante cerca para que los amigos vengan con frecuencia a mantener conversaciones estimulantes. \u00c1tico, al que lo une una profunda confianza. Y el joven Bruto o el joven Casio. Una vez incluso -\u00a1peligroso hu\u00e9sped!- el propio dictador, el gran Julio C\u00e9sar. Lo acompa\u00f1an tambi\u00e9n, los libros. Marco Tulio Cicer\u00f3n instala en su casa de campo una fant\u00e1stica biblioteca, un panal de sabidur\u00eda verdaderamente inagotable. Las obras de los sabios griegos alineadas junto a las cr\u00f3nicas romanas y los compendios de la ley.<\/p>\n A los sesenta a\u00f1os, Cicer\u00f3n se ha reintegrado al fin a su verdadero ser: fil\u00f3sofo y no demagogo, escritor y no maestro de ret\u00f3rica, due\u00f1o de su tiempo libre y no sol\u00edcito servidor del aplauso del pueblo. En lugar de perorar \u2013de hablar con \u00e9nfasis- ante jueces corruptos en el mercado, prefiere fijar la esencia del arte de la oratoria en su De oratore, <\/em>un modelo para todos sus imitadores. Las m\u00e1s bellas cartas, las m\u00e1s armoniosas, proceden de esa \u00e9poca de \u00edntimo recogimiento. S\u00f3lo al exilio debe la posteridad que el gran escritor surgiera a partir del que en otro tiempo fue un activo orador. En esos tres a\u00f1os de tranquilidad, hace m\u00e1s por su obra y por su fama p\u00f3stuma que en los treinta anteriores que, pr\u00f3digo, sacrific\u00f3 a la res p\u00fablica, <\/em>a los asuntos de Estado.<\/p>\n De pronto, un mediod\u00eda del mes de marzo, un emisario irrumpe en su casa, cubierto de polvo, con los pulmones machacados. Pero a\u00fan le quedan fuerzas para comunicar la noticia: Julio C\u00e9sar, el dictador, ha sido asesinado ante el foro de Roma. Despu\u00e9s, cae al suelo.<\/p>\n Cicer\u00f3n palidece. Aun, cuando \u00e9l mismo se ha mostrado tan hostil ante ese poderoso superior, aun cuando considerara sus triunfos militares con desconfianza, en su fuero interno estaba obligado a honrar el esp\u00edritu soberano, el genio organizador y la humanidad de ese enemigo \u00fanico y respetable. Pero a pesar de toda la aversi\u00f3n que siente hacia el vulgar argumento del asesinato cometido por el pueblo, ese hombre, Julio C\u00e9sar, con todos sus m\u00e9ritos y sus obras, \u00bfno ha cometido la especie m\u00e1s detestable de homicidio, el parricidium patriae, <\/em>el asesinato de la patria? \u00bfNo fue precisamente su genio el peligro m\u00e1s grande para la libertad de Roma? La muerte de ese hombre puede que sea lamentable desde el punto de vista humano, pero favorece el triunfo de la m\u00e1s sagrada causa. Pues, ahora que C\u00e9sar est\u00e1 muerto, la rep\u00fablica puede resurgir y con ella, triunfar la idea m\u00e1s notable, la de la libertad.<\/p>\n Pr\u00f3xima entrega: Cicer\u00f3n de regreso en Roma<\/em><\/p>\n <\/p>\n * Extractado de Stefan Zweig: \u201cMomentos estelares de la humanidad\u201d<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Los millones de hombres que conforman un pueblo Son necesarios para que nazca un solo genio. Igualmente han de transcurrir millones de horas in\u00fatiles antes de que se produzca un momento estelar de la humanidad. Lo m\u00e1s prudente que puede hacer un hombre sensato y no muy intr\u00e9pido cuando se encuentra con otro m\u00e1s […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":1941,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[8,30],"tags":[],"class_list":{"0":"post-1940","1":"post","2":"type-post","3":"status-publish","4":"format-standard","5":"has-post-thumbnail","7":"category-un-poco-de-historia","8":"category-la-roma-de-ciceron","9":"czr-hentry"},"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1940","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=1940"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1940\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/1941"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=1940"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=1940"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=1940"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}