DESFLORACI\u00d3N. Los antiguos ten\u00edan tanto respeto a las v\u00edrgenes, que no las mataban sin haberles quitado aparentemente su virginidad. As\u00ed se consigna en los<\/span> Anales de T\u00e1cito; y un art\u00edculo de la Enciclopedia parece querer dar a entender que no permit\u00edan las leyes romanas matar a una doncella sin quitarle antes la virginidad. Como prueba de esto se cita el caso de la hija de Sejan, que el verdugo v<\/span>iol\u00f3 en la prisi\u00f3n antes de estrangularla, por no tener que reprocharse haber estrangulado una doncella y por cumplir la ley.<\/p>\n

Contestaremos a esto que T\u00e1cito no dice que la ley mandase que no pudiera matarse a las doncellas. Semejante ley no ha existido nunca; y si una joven de veinte a\u00f1os, virgen o no, comet\u00eda un crimen capital, era castigada como si fuera una casada vieja. Lo que dec\u00eda la ley romana era que no se castigaran los ni\u00f1os con pena de muerte, porque eran incapaces de cometer cr\u00edmenes. La hija de Sejan era una ni\u00f1a lo mismo que su hermano, y si la barbarie de Tiberio y la cobard\u00eda del Senado los entregaron al verdugo, lo hicieron faltando a todas las leyes. Semejantes atrocidades no se hubieran cometido en el tiempo de Escipi\u00f3n y de Cat\u00f3n. Cicer\u00f3n no hubiera consentido que matasen a una hija de Catalina, que ten\u00eda de siete a ocho a\u00f1os; solo Tiberio y su Senado pudieron ultrajar a la naturaleza de ese modo. El verdugo que cometi\u00f3 los dos cr\u00edmenes abominables, el de desflorar a una ni\u00f1a de ocho a\u00f1os y el de estrangularla despu\u00e9s, merec\u00eda ser uno de los favoritos de Tiberio.<\/p>\n

Por fortuna, T\u00e1cito no asegura que se realizara tan execrable ejecuci\u00f3n. Dice solo que se la han referido; y es menester fijarse en que no dice que la ley prohibiera condenar a la \u00faltima pena a las v\u00edrgenes; dice solamente que eso ser\u00eda cosa inaudita. Podr\u00eda componerse un libro inmenso refiriendo los hechos de las historias que se han cre\u00eddo y que no debemos creer.<\/p>\n

FIN<\/p>\n