{"id":2210,"date":"2021-04-26T18:58:06","date_gmt":"2021-04-26T18:58:06","guid":{"rendered":"http:\/\/tecuentoalgo.com\/?p=2210"},"modified":"2021-04-26T18:58:08","modified_gmt":"2021-04-26T18:58:08","slug":"aniuta-anton-chejov","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/aniuta-anton-chejov\/","title":{"rendered":"Aniuta – Anton Chejov"},"content":{"rendered":"
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Por la peor habitaci\u00f3n del detestable Hotel Lisboa pase\u00e1base infatigablemente el estudiante de tercer a\u00f1o de Medicina Stepan Klochkov. Al par que paseaba, estudiaba en voz alta. Como llevaba largas horas entregado al doble ejercicio, ten\u00eda la garganta seca y la frente cubierta de sudor.<\/p>\n

Junto a la ventana, cuyos cristales empa\u00f1aba la nieve congelada, estaba sentada en una silla, cosiendo una camisa de hombre, Aniuta, morenilla de unos veinticinco a\u00f1os, muy delgada, muy p\u00e1lida, de dulces ojos grises.<\/p>\n

En el reloj del corredor sonaron, catarrosas, las dos de la tarde; pero la habitaci\u00f3n no estaba a\u00fan arreglada. La cama hall\u00e1base deshecha, y se ve\u00edan, esparcidos por el aposento, libros y ropas. En un rinc\u00f3n hab\u00eda un lavabo nada limpio, lleno de agua enjabonada.<\/p>\n

\u2013 El pulm\u00f3n se divide en tres partes -recitaba Klochkov-. La parte superior llega hasta cuarta o quinta costilla\u2026<\/p>\n

Para formarse idea de lo que acababa de decir, se palp\u00f3 el pecho.<\/p>\n

\u2013 Las costillas est\u00e1n dispuestas paralelamente unas a otras, como las teclas de un piano -continu\u00f3- Para no errar en los c\u00e1lculos, conviene orientarse sobre un esqueleto o sobre un ser humano vivo\u2026 Ven, Aniuta, voy a orientarme un poco\u2026<\/p>\n

Aniuta interrumpi\u00f3 la costura, se quit\u00f3 el corpi\u00f1o y se acerc\u00f3. Klochkov se sent\u00f3 ante ella, frunci\u00f3 las cejas y empez\u00f3 a palpar las costillas de la muchacha.<\/p>\n

\u2013 La primera costilla -observ\u00f3- es dif\u00edcil de tocar. Est\u00e1 detr\u00e1s de la clav\u00edcula\u2026 Esta es la segunda, esta es la tercera, esta es la cuarta\u2026 Es raro; est\u00e1s delgada, y, sin embargo, no es f\u00e1cil orientarse sobre tu t\u00f3rax\u2026 \u00bfQu\u00e9 te pasa?<\/p>\n

\u2013 \u00a1Tiene usted los dedos tan fr\u00edos!\u2026<\/p>\n

\u2013 \u00a1Bah! No te morir\u00e1s\u2026 Bueno; esta es la tercera, esta es la cuarta\u2026 No, as\u00ed las confundir\u00e9\u2026 Voy a dibujarlas\u2026<\/p>\n

Cogi\u00f3 un pedazo de carboncillo y traz\u00f3 en el pecho de Aniuta unas cuantas l\u00edneas paralelas, correspondientes cada una a una costilla.<\/p>\n

\u2013 \u00a1Muy bien! Ahora veo claro. Voy a auscultarte un poco. Lev\u00e1ntate.<\/p>\n

La muchacha se levant\u00f3 y Klochkov empez\u00f3 a golpearle con el dedo en las costillas. Estaba tan absorto en la operaci\u00f3n, que no advert\u00eda que los labios, la nariz y las manos de Aniuta se hab\u00edan puesto azules de fr\u00edo. Ella, sin embargo, no se mov\u00eda, temiendo entorpecer el trabajo del estudiante. \u00abSi no me estoy quieta -pensaba- no saldr\u00e1 bien de los ex\u00e1menes.\u00bb<\/p>\n

\u2013 \u00a1S\u00ed, ahora todo est\u00e1 claro! -dijo por fin \u00e9l, cesando de golpear-. Si\u00e9ntate y no borres los dibujos hasta que yo acabe de aprenderme este maldito cap\u00edtulo del pulm\u00f3n. Y comenz\u00f3 de nuevo a pasearse, estudiando en voz alta. Aniuta, con las rayas negras en el t\u00f3rax, parec\u00eda tatuada. La pobre temblaba de fr\u00edo y pensaba. Sol\u00eda hablar muy poco, casi siempre estaba silenciosa, y pensaba, pensaba sin cesar.<\/p>\n

Klochkov era el sexto de los j\u00f3venes con quienes hab\u00eda vivido en los \u00faltimos seis o siete a\u00f1os. Todos sus amigos anteriores hab\u00edan ya acabado sus estudios universitarios, hab\u00edan ya concluido su carrera, y, naturalmente, la hab\u00edan olvidado hac\u00eda tiempo. Uno de ellas viv\u00eda en Par\u00eds, otros dos eran m\u00e9dicos, el cuarto era pintor de fama, el quinto hab\u00eda llegado a catedr\u00e1tico. Klochkov no tardar\u00eda en terminar tambi\u00e9n sus estudios. Le esperaba, sin duda, un bonito porvenir, acaso la celebridad; pero a la saz\u00f3n se hallaba en la miseria. No ten\u00edan ni az\u00facar, ni t\u00e9, ni tabaco. Aniuta apresuraba cuanto pod\u00eda su labor para llevarla al almac\u00e9n, cobrar los veinticinco copecs y comprar tabaco, t\u00e9 y az\u00facar.<\/p>\n

\u2013 \u00bfSe puede? -preguntaron detr\u00e1s de la puerta.<\/p>\n

Aniuta se ech\u00f3 a toda prisa un chal sobre los hombros.<\/p>\n

Entr\u00f3 el pintor Fetisov.<\/p>\n

\u2013 Vengo a pedirle a usted un favor -le dijo a Klochkov-. \u00bfTendr\u00eda usted la bondad de prestarme, por un par de horas, a su gentil amiga? Estoy pintando un cuadro y necesito una modelo.<\/p>\n

\u2013 \u00a1Con mucho gusto! -contest\u00f3 Klochkov-. \u00a1Anda, Aniuta!<\/p>\n

\u2013 \u00bfCree usted que es un placer para m\u00ed? -murmur\u00f3 ella.<\/p>\n

\u2013 \u00a1Pero mujer! -exclam\u00f3 Klochkov-. Es por el arte\u2026 Bien puedes hacer ese peque\u00f1o sacrificio.<\/p>\n

Aniuta comenz\u00f3 a vestirse.<\/p>\n

\u2013 \u00bfQu\u00e9 cuadro es \u00e9se? -pregunt\u00f3 el estudiante.<\/p>\n

\u2013 Psiquis. Un hermoso asunto; pero tropiezo con dificultades. Tengo que cambiar todos los d\u00edas de modelo. Ayer se me present\u00f3 una con las piernas azules. \u00ab\u00bfPor qu\u00e9 tiene usted las piernas azules?\u00bb, le pregunt\u00e9. Y me contest\u00f3: \u00abLlevo unas medias que se desti\u00f1en\u2026\u00bb Usted siempre a vueltas con la Medicina, \u00bfeh? \u00a1Qu\u00e9 paciencia! Yo no podr\u00eda\u2026<\/p>\n

\u2013 La Medicina exige un trabajo serio.<\/p>\n

\u2013 Es verdad\u2026 Perd\u00f3neme, Klochkov; pero vive usted\u2026 como un cerdo. \u00a1Que sucio est\u00e1 esto!<\/p>\n

\u2013 \u00bfQu\u00e9 quiere usted que yo haga? No puedo remediarlo. Mi padre no me manda m\u00e1s que doce rublos al mes, y con ese dinero no se puede vivir muy decorosamente.<\/p>\n

\u2013 Tiene usted raz\u00f3n; pero\u2026 podr\u00eda usted vivir con un poco de limpieza. Un hombre de cierta cultura no debe descuidar la est\u00e9tica, y usted\u2026 La cama deshecha, los platos sucios\u2026<\/p>\n

\u2013 \u00a1Es verdad! -balbuce\u00f3 confuso Klochkov-. Aniuta est\u00e1 hoy tan ocupada que no ha tenido tiempo de arreglar la habitaci\u00f3n.<\/p>\n

Cuando el pintor y Aniuta se fueron, Klochkov se tendi\u00f3 en el sof\u00e1 y sigui\u00f3 estudiando; mas no tard\u00f3 en quedarse dormido y no se despert\u00f3 hasta una hora despu\u00e9s. La siesta lo hab\u00eda puesto de mal humor. Record\u00f3 las palabras de Fetisov, y, al fijarse en la pobreza y la suciedad del aposento, sinti\u00f3 una especie de repulsi\u00f3n. En un porvenir pr\u00f3ximo recibir\u00eda a los enfermos en su lujoso gabinete, comer\u00eda y tomar\u00eda el t\u00e9 en un comedor amplio y bien amueblado, en compa\u00f1\u00eda de su mujer, a quien respetar\u00eda todo el mundo\u2026; pero, a la saz\u00f3n\u2026, aquel cuarto sucio, aquellos platos, aquellas colillas esparcidas por el suelo\u2026 \u00a1Qu\u00e9 asco! Aniuta, por su parte, no embellec\u00eda mucho el cuadro: iba mal vestida, despeinada\u2026<\/p>\n

Y Klochkov decidi\u00f3 separarse de ella en seguida, a todo trance. \u00a1Estaba ya hasta la coronilla!<\/p>\n

Cuando la muchacha, de vuelta, estaba quit\u00e1ndose el abrigo, se levant\u00f3 y le dijo con acento solemne:<\/p>\n

\u2013 Escucha, querida\u2026 Si\u00e9ntate y atiende. Tenemos que separarnos. Yo no puedo ni quiero ya vivir contigo.<\/p>\n

Aniuta ven\u00eda del estudio de Fetisov fatigada, nerviosa. El estar de pie tanto tiempo hab\u00eda acentuado la demacraci\u00f3n de su rostro. Mir\u00f3 a Klochkov sin decir nada, tembl\u00e1ndole los labios.<\/p>\n

\u2013 Debes comprender que, tarde o temprano, hemos de separarnos. Es fatal. T\u00fa, que eres una buena muchacha y no tienes pelo de tonta, te har\u00e1s cargo.<\/p>\n

Aniuta se puso de nuevo el abrigo en silencio, envolvi\u00f3 su labor en un peri\u00f3dico, cogi\u00f3 las agujas, el hilo\u2026<\/p>\n

\u2013 Esto es de usted -dijo, apartando unos cuantos terrones de az\u00facar.<\/p>\n

Y se volvi\u00f3 de espaldas para que Klochkov no la viese llorar.<\/p>\n

\u2013 Pero \u00bfpor qu\u00e9 lloras? -pregunt\u00f3 el estudiante.<\/p>\n

Tras de ir y venir, silencioso, durante un minuto a trav\u00e9s de la habitaci\u00f3n, a\u00f1adi\u00f3 con cierto embarazo:<\/p>\n

\u2013 \u00a1Tiene gracia!\u2026 Demasiado sabes que, tarde o temprano, nuestra separaci\u00f3n es inevitable. No podemos vivir juntos toda la vida.<\/p>\n

Ella estaba ya a punto, y se volvi\u00f3 hacia \u00e9l, con el envoltorio bajo el brazo, dispuesta a despedirse. A Klochkov le dio l\u00e1stima\u2026<\/p>\n

\u00abPodr\u00eda tenerla -pens\u00f3- una semana m\u00e1s conmigo. \u00a1S\u00ed, que se quede! Dentro de una semana le dir\u00e9 que se vaya.\u00bb<\/p>\n

Y, enfadado consigo mismo por su debilidad, le grit\u00f3 con tono severo:<\/p>\n

\u2013 Bueno; \u00bfqu\u00e9 haces ah\u00ed como un pasmarote? Una de dos: o te vas, o si no quieres irte te quitas el abrigo y te quedas. \u00a1Qu\u00e9date si quieres!<\/p>\n

Aniuta se quit\u00f3 el abrigo sin decir palabra, se son\u00f3, suspir\u00f3, y con t\u00e1citos pasos se dirigi\u00f3 a su silla de junto a la ventana.<\/p>\n

Klochkov cogi\u00f3 su libro de medicina y empez\u00f3 de nuevo a estudiar en voz alta, pase\u00e1ndose por el aposento.<\/p>\n

\u00abEl pulm\u00f3n se divide en tres partes. La parte superior\u2026\u00bb<\/p>\n

En el corredor alguien gritaba a voz en cuello:<\/p>\n

\u2013 \u00a1Grigory, tr\u00e1eme el samovar!<\/p>\n<\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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