{"id":2364,"date":"2021-08-04T22:18:13","date_gmt":"2021-08-04T22:18:13","guid":{"rendered":"http:\/\/tecuentoalgo.com\/?p=2364"},"modified":"2021-08-04T22:18:16","modified_gmt":"2021-08-04T22:18:16","slug":"en-el-faro","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/en-el-faro\/","title":{"rendered":"En el faro"},"content":{"rendered":"

E<\/span>s poco probable que un lector distra\u00eddo que ingrese a nuestra p\u00e1gina se detenga en la historia narrada. Si as\u00ed ocurriere y leyese hasta el final, podr\u00eda concluir que lo afirmado por el escritor, en cu\u00e1nto que se trata de un hecho real, es solo una propuesta m\u00e1s de \u201c anzuelo\u201dpublicitario.<\/p>\n

Escribirla fue tan solitario y triste como lo era el faro de Jos\u00e9 Ignacio en la d\u00e9cada del sesenta.<\/p>\n

Regresaba al almac\u00e9n de Clavijo a la hora del crep\u00fasculo despu\u00e9s de una larga caminata. Piedra y techo de quincho, dos ventanas estrechas, un bar oscuro con un par de mesas, un espejo manchado donde se recostaban algunas botellas de ca\u00f1a Ancap y John Bull brasilero.<\/p>\n

All\u00ed pas\u00e1bamos los d\u00edas de enero al fondo de la \u00fanica construcci\u00f3n cercana al faro que se manten\u00eda en invierno gracias a los pescadores artesanales, y en verano con nuestro aporte. \u00c9ramos cuatro, yo el m\u00e1s joven, por esos d\u00edas cumpl\u00eda veintiun a\u00f1os.<\/p>\n

A medida que me acercaba me llam\u00f3 la atenci\u00f3n una vieja camioneta en el amplio estacionamiento, casi siempre vac\u00edo, que circundaba el faro.<\/p>\n

El sol se hab\u00eda puesto, sus \u00faltimos rayos alcanzaban a iluminar el veh\u00edculo en cuesti\u00f3n pero la playa estaba casi en penumbras. Percib\u00ed sin embargo, forzando la mirada, que alguien ven\u00eda en sentido contrario, apenas una mancha m\u00e1s oscura acerc\u00e1ndose lentamente.<\/p>\n

Recuerdo pensar\u2013 reflejo de mi inveterada timidez- que ante el cruce inminente, deber\u00eda intentar alguna especie de saludo, un brazo en alto, o acaso iniciar un brev\u00edsimo di\u00e1logo sin detener el paso.<\/p>\n

No era un pescador noct\u00e1mbulo ni un viajero perdido, era Ana. Ven\u00eda desde San Carlos donde viv\u00eda a recorrer la playa como lo hac\u00eda habitualmente. No hubo necesidad de presentaciones ni saludos, el di\u00e1logo empez\u00f3 naturalmente y se prolong\u00f3 hasta que se hizo noche y nos despedimos antes que subiera a su a\u00f1osa camioneta.<\/p>\n

Si hubo algo antes de Ana que despertara mi inter\u00e9s se borr\u00f3 aquel verano.<\/p>\n

Llegaba al fin de la tarde. Yo la esperaba recostado en una duna mientras ella se apresuraba con un peque\u00f1o bolso y cruzaba descalza el \u00e1spero piso del estacionamiento hasta llegar corriendo a la arena.<\/p>\n

Camin\u00e1bamos de espaldas al ocaso precedidos por nuestras largas sombras.<\/p>\n

En alg\u00fan punto nos volv\u00edamos y nos deten\u00edamos en la ilusoria protecci\u00f3n de una abandonada caseta de pescadores.<\/p>\n

Nunca cuestion\u00e9 la brevedad de los encuentros.<\/p>\n

Apenas una sutil confidencia de su vida, soledad y desamparo tras una conflictiva separaci\u00f3n, me imped\u00edan siquiera mencionarlo.<\/p>\n

Dos d\u00edas antes de mi regreso, presintiendo la separaci\u00f3n, nos demoramos mucho. Dejamos la amable incongruencia de la pobre caseta como si abandon\u00e1ramos un abrigado y c\u00e1lido refugio.<\/p>\n

En la oscuridad de la noche caminamos abrazados guiados por los destellos del faro.<\/p>\n

Al llegar al estacionamiento, iluminado por luces de mercurio, se detuvo bruscamente mirando fijamente la camioneta con demudado rostro\u00a0 y expresi\u00f3n de p\u00e1nico.<\/p>\n

-\u00bf Que pasa Ana?- pregunt\u00e9 sorprendido por la inesperada reacci\u00f3n y el brusco apretar de sus manos que abrazaban mi cintura.-<\/p>\n

\u00a1La camioneta!- dijo- \u00a1 Yo no la estacion\u00e9 all\u00ed! \u00a1Alguien debi\u00f3 moverla! \u00a1Alguien la cambi\u00f3 de lugar!<\/p>\n

-Pero Ana\u2026por favor\u2026 \u00bfQui\u00e9n pudo hacerlo?…solo estamos nosotros\u2026 piensa un poco\u2026\u00bf No estar\u00e1s confundida? \u2026puede ser cansancio\u2026 no has parado en todo el d\u00eda\u2026y ya es tarde\u2026<\/p>\n

-\u00a1No!- dijo tajante- \u00a1Te digo que alguien la movi\u00f3!<\/p>\n

Y antes que pudiera evitarlo ya estaba acelerando rumbo a la oscuridad del camino.<\/p>\n

-\u00a1 Ma\u00f1ana!- me dijo casi gritando- \u00a1 Ma\u00f1ana a la misma hora!<\/p>\n

Las horas del \u00faltimo d\u00eda junto al faro pasaron\u00a0 lentamente. Al crep\u00fasculo, con el sol todav\u00eda sobre el horizonte, me recost\u00e9 sobre nuestra amigable duna disfrutando la espera.<\/p>\n

Me divert\u00eda pensando en su compungido rostro al\u00a0 excusarse por su ins\u00f3lita reacci\u00f3n. Entonces la abrazar\u00eda tiernamente y caminar\u00edan como de costumbre y como de costumbre se amar\u00edan en la vieja caseta y se pasar\u00edan n\u00fameros telef\u00f3nicos y direcciones para fortalecer, a\u00fan en la distancia, su amorosa relaci\u00f3n.<\/p>\n

Pero el sol cay\u00f3 implacable sobre el l\u00edmpido horizonte de enero y lo sustituy\u00f3 la noche, los destellos del faro y la soledad del iluminado estacionamiento.<\/p>\n

El viejo Clavijo nos despidi\u00f3 ofreci\u00e9ndonos una picada con ca\u00f1a y pitanga. Mis amigos, que hab\u00edan vivido mi historia, \u201c carg\u00e1ndome\u201d cada d\u00eda con bromas de grueso calibre, esa \u00faltima noche estuvieron sugestivamente callados.<\/p>\n

Y Juan Weiss, el m\u00e1s viejo y querido de mis amigos, ten\u00eda una mirada h\u00fameda y tristona, que nunca se me ocurri\u00f3 calificar.<\/p>\n

Tristeza, frustraci\u00f3n y resentimiento me acompa\u00f1aron por largos meses. El paso del tiempo moriger\u00f3 aquellos sentimientos pero nunca quedaron de lado.<\/p>\n

M\u00e1s de treinta a\u00f1os despu\u00e9s de lo ocurrido, una tarde invernal del noventa y siete, nos reunimos con Juan, al que ve\u00eda ocasionalmente en su taller de art\u00edculos relacionados con el submarinismo.<\/p>\n

Acept\u00e9 su invitaci\u00f3n a tomar una copa de whisky para entibiar el \u00e1nimo en la desapacible tarde.<\/p>\n

Una copa trajo la otra. Y otra habilit\u00f3 la lenta procesi\u00f3n de confidencias.<\/p>\n

M\u00e1s resistente al alcohol que yo, Juan me observaba en silencio con los mismos ojos que me hab\u00eda mirado la \u00faltima noche en el almac\u00e9n de Clavijo. Una especie de confesor compasivo que parec\u00eda estar all\u00ed para asentir mi larga declaraci\u00f3n.<\/p>\n

Imposible pasar por alto mi desgraciado y frustrado romance con Ana. Y fue el resentimiento antiguo, la frustraci\u00f3n y el despecho y aun el insulto, los que surgieron con inusitada furia.<\/p>\n

Juan detuvo mi impulsiva verborragia con la palma abierta de su mano. Dio unos pasos hasta una desvencijada biblioteca y rebusc\u00f3 entre estantes polvorientos. Volvi\u00f3 con un viejo ejemplar de un diario rochense y lo despleg\u00f3 ante mi.<\/p>\n

Sobre \u00a0la amarillenta superficie de la primera plana la foto de Ana sonriendo. En gruesas letras de molde el luctuoso titular.<\/p>\n

\u201cHallaron el cuerpo sin vida de Ana (se omite apellido) apu\u00f1alada por su ex esposo en camino vecinal pr\u00f3ximo al faro de Jos\u00e9 Ignacio \u201c<\/p>\n

Elbio Firpo.<\/p>\n

Agosto del 2021.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Es poco probable que un lector distra\u00eddo que ingrese a nuestra p\u00e1gina se detenga en la historia narrada. Si as\u00ed ocurriere y leyese hasta el final, podr\u00eda concluir que lo afirmado por el escritor, en cu\u00e1nto que se trata de un hecho real, es solo una propuesta m\u00e1s de \u201c anzuelo\u201dpublicitario. Escribirla fue tan solitario […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":2365,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[10,20],"tags":[],"class_list":{"0":"post-2364","1":"post","2":"type-post","3":"status-publish","4":"format-standard","5":"has-post-thumbnail","7":"category-cuentos-cortos","8":"category-cuentos-de-elbio-firpo","9":"czr-hentry"},"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2364","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=2364"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2364\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/2365"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=2364"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=2364"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=2364"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}