{"id":2578,"date":"2022-03-17T10:46:05","date_gmt":"2022-03-17T10:46:05","guid":{"rendered":"http:\/\/tecuentoalgo.com\/?p=2578"},"modified":"2022-05-29T22:12:11","modified_gmt":"2022-05-29T22:12:11","slug":"mi-pierna-derecha-juan-jose-millas","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/mi-pierna-derecha-juan-jose-millas\/","title":{"rendered":"Mi pierna derecha – Juan Jos\u00e9 Mill\u00e1s"},"content":{"rendered":"
Mi padre estaba en el borde de la carretera, junto a su autom\u00f3vil. Esperaba, con un bid\u00f3n de pl\u00e1stico en la mano, que alguien lo recogiera. Yo iba en moto, con un casco que me ocultaba la cara. Me detuve junto a \u00e9l sin identificarme.<\/p>\n
-\u00bfTe has quedado sin gasolina? -pregunt\u00e9.<\/p>\n
-S\u00ed -respondi\u00f3.<\/p>\n
-Sube.<\/p>\n
Mi padre subi\u00f3 a la moto sin haberme reconocido. Hac\u00eda cinco a\u00f1os que no nos ve\u00edamos, ni nos habl\u00e1bamos. La \u00faltima vez que nos hab\u00edamos dado un abrazo fue en el entierro de mi madre. Despu\u00e9s, sin que hubiera sucedido nada entre nosotros, hab\u00edamos ido espaciando las llamadas telef\u00f3nicas hasta que se cort\u00f3 la comunicaci\u00f3n.<\/span><\/p>\n Not\u00e9 c\u00f3mo agachaba la cabeza para protegerse del aire. Sin duda, repar\u00f3 en el alza de mi zapato derecho, pues tengo esa pierna un poco m\u00e1s corta que la izquierda. Mi padre me hab\u00eda hablado muchas veces del disgusto que se hab\u00edan llevado cuando, tras mi nacimiento, el m\u00e9dico les dio la noticia. Yo nunca lo he vivido como un drama, pero siempre me pareci\u00f3 que ellos se sent\u00edan culpables por aquellos cent\u00edmetros de menos, o de m\u00e1s, seg\u00fan se mire: jam\u00e1s consegu\u00ed averiguar cu\u00e1l de las dos piernas consideraban defectuosa.<\/p>\n Conduzco con mucha agilidad, col\u00e1ndome entre los coches con movimientos que desde alg\u00fan punto de vista podr\u00edan parecer imprudentes. Not\u00e9 que mi padre, pese al pudor que le daba el contacto con otro hombre, se cog\u00eda a mi hombro con la mano izquierda mientras intentaba pegar a su muslo el bid\u00f3n de pl\u00e1stico que llevaba en la derecha. Supe que no dejaba de mirar el alza del zapato. Sin duda, se habr\u00eda preguntado por la posibilidad de que yo fuera su hijo. Quiz\u00e1 recordara la sucesi\u00f3n de m\u00e9dicos por los que hab\u00eda pasado, la cadena de radiograf\u00edas, el rosario de soluciones, para llegar al fin a ese remedio sencillo, mec\u00e1nico, de colocar un peque\u00f1o suplemento en el zapato de la pierna m\u00e1s corta. Entonces, ejerci\u00f3 sobre mi hombro una presi\u00f3n que podr\u00eda interpretarse como una muestra de afecto a la que no respond\u00ed. Al poco llegamos a la gasolinera, donde se baj\u00f3 de la moto con el bid\u00f3n de pl\u00e1stico en la mano. Le dije que no pod\u00eda llevarlo de regreso hasta su coche y \u00e9l respondi\u00f3 que no me preocupara, que ya encontrar\u00eda a alguien. Not\u00e9 que intentaba ver mi rostro a trav\u00e9s de la visera ahumada de mi casco. Esa noche son\u00f3 el tel\u00e9fono un par de veces en mi casa, pero colgaron cuando lo cog\u00ed.<\/p>\n