{"id":2619,"date":"2022-04-11T11:43:00","date_gmt":"2022-04-11T11:43:00","guid":{"rendered":"http:\/\/tecuentoalgo.com\/?p=2619"},"modified":"2022-05-29T22:09:56","modified_gmt":"2022-05-29T22:09:56","slug":"el-monologo-de-rufa-rafael-garces-robles","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/el-monologo-de-rufa-rafael-garces-robles\/","title":{"rendered":"El mon\u00f3logo de Rufa – Rafael Garc\u00e9s Robles"},"content":{"rendered":"

Rufa se levant\u00f3 m\u00e1s temprano que de costumbre, se sent\u00f3 en la vieja silla compa\u00f1era de los a\u00f1os, mir\u00f3 hacia las monta\u00f1as, pero con la mente hendida en los recuerdos. \u201cHoy cumplo ochenta a\u00f1os\u201d, murmur\u00f3 desprevenidamente antes de echar a rodar la nostalgia por su madre y su t\u00eda solterona.\u00a0 \u201cMi madre apenas hab\u00eda cumplido los diecis\u00e9is a\u00f1os cuando me pari\u00f3, aquel hombre que dec\u00edan era mi padre, se perdi\u00f3 y nunca lo conoc\u00ed. Bueno, nunca necesit\u00e9 de \u00e9l, mi t\u00eda al referirse a \u00e9l siempre le dec\u00eda Diablo.\u00a0 En esos tiempos los hombres no ten\u00edan ni Dios ni ley, tentaban a las ni\u00f1as, las perjudicaban, se burlaban de ellas y las dejaban tiradas como un trapo sucio, sin siquiera considerar a las inocentes criaturas ni su futuro\u201d.<\/p>\n

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\u201c\u00a1Menos mal!\u201d pens\u00f3 con rabia o tal vez con consuelo, antes de volverse a sumergir en los recuerdos; \u201cMi t\u00eda Rosario me educ\u00f3, as\u00ed como ella fue educada, entregada a Cristo totalmente para cerrar las brechas por donde Lucifer entra a nuestro cuerpo para tentarnos con la pecaminosa carne. Mi t\u00eda tambi\u00e9n enderez\u00f3 el camino de mi madre, ella nunca volvi\u00f3 a mirar a un hombre con los ojos del deseo. Toda mi vida he tenido presente que los principales enemigos de un fiel cristiano contra los que hay que luchar son la carne, el mundo y el diablo. \u00a1Ah!\u00a0 Y cada d\u00eda de mi vida he le\u00eddo el Vers\u00edculo de G\u00e1latas, 6: 19-21:\u00a0 \u201c\u2026 las obras de la carne son evidentes, las cuales son inmoralidad, impureza, sensualidad, idolatr\u00eda, hechicer\u00eda, enemistad, pleitos, celos, enojos, rivalidades, sectarismos, envidias, borracheras, org\u00edas\u2026\u00a0 como ya los he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredar\u00e1n el Reino de Dios\u201d.<\/p>\n

\u201c\u00a1Bueno! \u00a1Bueno!\u00a0 Tambi\u00e9n es cierto que alguna vez el hermoso padre Kike de mirada profunda y bella sonrisa, al colocar en mi blusa la medallita de la virgen del Carmen y al rozar con sus dedos el pez\u00f3n de mi seno\u2026 sent\u00ed una sensaci\u00f3n nunca experimentada.\u00a0 Sal\u00ed confundida de la sacrist\u00eda, corr\u00ed a mi casa, descubr\u00ed que ese era el pecado de la carne. Alguna vez me pregunt\u00e9: \u00bfPor qu\u00e9 me lleg\u00f3 el diablo en los maravillosos dedos del padre Kike?\u201d<\/p>\n

\u00a0\u201c\u00a1Oh! \u00a1Ja, ja, ja! Pero, tampoco puedo olvidar hoy que estoy de cumplea\u00f1os repasando mi vida virginal, a Edgar, un apuesto ayudante de construcci\u00f3n que trabaj\u00f3 durante quince d\u00edas en la casa haciendo unas reparaciones; simulando leer la biblia, me sentaba justo donde pudiera mirarlo; en varias ocasiones me sorprendi\u00f3 embelesada recorriendo su atl\u00e9tico cuerpo. Una tarde, Edgar no perdi\u00f3 la oportunidad de entrar a mi aposento, so pretexto de preguntar acerca de mis lecturas; su proximidad me eriz\u00f3 la piel, ning\u00fan hombre hab\u00eda caminado rumbo a mi cuerpo, qued\u00e9 sin voluntad cuando lo vi tan, tan cerca. Luego de posar sus manos sobre mi cintura, me bes\u00f3; ese primero y \u00faltimo beso apasionado hizo olvidarme de los vers\u00edculos, di rienda suelta al placer y dese\u00e9 llegar hasta el fin de la impureza. \u00a1S\u00f3lo me apart\u00f3 de ese pecado la mano invisible de mi \u00e1ngel de la guarda o la mano inquisidora de la t\u00eda Rosario! \u00a1Y renunci\u00e9 a ese anhelado sue\u00f1o!\u00a0 El resto de la tarde y en la noche, abrazando a mi almohada tuve nuevas sensaciones y estremecimientos. Deseaba que Edgar estuviera all\u00ed, en lugar de la almohada, pero Edgar se perdi\u00f3 de mi vida. \u00a1Eso s\u00ed, cuando le confes\u00e9 todo lo sucedido al padre Vicente, me puso en el infierno! \u00a1Luego de cincuenta Rosarios, de cien Padrenuestros, de doscientos Avemar\u00edas y de asistir a tres misas diarias durante tres meses, volvi\u00f3 el curita a subirme al cielo! \u00a1Adem\u00e1s el curita me dio tres bendiciones para guiarme a un sincero arrepentimiento y a un prop\u00f3sito de la enmienda!\u00a0 \u00a1Ni siquiera quise volver a imaginar mi muerte teniendo un pecado mortal como pasaporte al infierno!\u201d.<\/p>\n

\u201c\u00a1Bueno! Hoy vivo feliz con la convicci\u00f3n de llegar a tener una vida eterna junto a mi madre y a la santa t\u00eda Rosario. Aunque, ahorita que recuerdo los m\u00e1gicos dedos del padre Kike rozando mi pez\u00f3n y ahora que pienso en Edgar con toda su pasi\u00f3n cerca de mi piel, me he atrevido a arrepentirme por no haber consumado el pecado y, a escondidas de los santos me he preguntado: \u00bfY qu\u00e9 tal\u2026 si no hay infierno? \u00a1Ah!\u201d.<\/p>\n

Rafael Garc\u00e9s Robles<\/p>\n

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