{"id":2690,"date":"2022-05-29T21:56:44","date_gmt":"2022-05-29T21:56:44","guid":{"rendered":"http:\/\/tecuentoalgo.com\/?p=2690"},"modified":"2022-05-30T17:59:50","modified_gmt":"2022-05-30T17:59:50","slug":"naufragio-microrrelato-francisco-rodriguez-criado","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/naufragio-microrrelato-francisco-rodriguez-criado\/","title":{"rendered":"Naufragio (Microrrelato) – Francisco Rodr\u00edguez Criado"},"content":{"rendered":"

D<\/span>espu\u00e9s de pasar toda la noche braceando en las fr\u00edas aguas del Atl\u00e1ntico, lleg\u00f3 exhausto a la orilla justo cuando empezaban a clarear las primeras luces de la ma\u00f1ana. Desfallecido, se arroj\u00f3 sobre la arena y, palpando tierra seca, se ech\u00f3 a llorar de rabia y alegr\u00eda: sab\u00eda que estaba a salvo. Cuando se gir\u00f3 para maldecir a ese desaprensivo oc\u00e9ano que hab\u00eda tratado de acabar con su vida, vio que all\u00ed no hab\u00eda agua sino un inh\u00f3spito e interminable desierto. \u00a1Un desierto! El n\u00e1ufrago se ech\u00f3 a llorar de nuevo. Pero de repente vislumbr\u00f3 a lo lejos un reluciente oasis. Venciendo al cansancio, empez\u00f3 a correr en direcci\u00f3n hacia el oasis. El suelo, duro y agreste, lastimaba sus pies desnudos. Loco de emoci\u00f3n \u2013el objetivo estaba cada vez m\u00e1s cerca\u2013, el n\u00e1ufrago recobr\u00f3 la creencia de que la felicidad es posible. Aquel pensamiento no dur\u00f3 demasiado, porque a pocos metros de alcanzar el oasis el desierto se cubri\u00f3 nuevamente con las fr\u00edas aguas del Atl\u00e1ntico. Su vida volv\u00eda a correr peligro.<\/p>\n

Tuvo que sacar fuerzas de flaqueza para bracear por segunda vez hasta ganar la orilla. Afortunadamente, en esta ocasi\u00f3n las olas jugaban a su favor. Y tambi\u00e9n por segunda vez alcanz\u00f3 la arena, tumb\u00e1ndose sobre ella, m\u00e1s exhausto aun si cabe, ahora con m\u00e1s rabia que alegr\u00eda, prometi\u00e9ndose no abrir los ojos bajo ning\u00fan concepto. Y en esa posici\u00f3n hubiera estado un d\u00eda entero de no ser porque su mujer entr\u00f3 en la habitaci\u00f3n, vistiendo una ra\u00edda bata de color fucsia, los rulos en la cabeza y los brazos en jarras, para preguntarle, airada, si ten\u00eda pensado quedarse toda la ma\u00f1ana del domingo en la cama, o si por el contrario iba a levantarse de una vez para ayudarle en las tareas dom\u00e9sticas.<\/p>\n

El hombre, incapaz de seguir escuchando la voz agreste de su malhumorada esposa, por la que ya no sent\u00eda sino hast\u00edo, se tap\u00f3 los o\u00eddos y hundi\u00f3 el rostro en la vivificante arena.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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