{"id":2741,"date":"2022-07-08T12:42:21","date_gmt":"2022-07-08T12:42:21","guid":{"rendered":"http:\/\/tecuentoalgo.com\/?p=2741"},"modified":"2022-07-08T12:42:21","modified_gmt":"2022-07-08T12:42:21","slug":"la-muesca-microrrelato-manuel-pastrana-lozano","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/la-muesca-microrrelato-manuel-pastrana-lozano\/","title":{"rendered":"LA MUESCA (microrrelato) Manuel Pastrana Lozano"},"content":{"rendered":"
Cuando despuntaba el alba, al igual que todos los d\u00edas, caminaba penosamente y trastabillando llegaba por fin hasta el ba\u00f1o, que cada vez le parec\u00eda m\u00e1s lejano. Se miraba largo rato en el espejo y observaba abstra\u00eddo su viejo semblante, ya seco, cursado de innumerables arrugas, un envejecimiento continuo y fatal. Era una rutina obsesiva, un ritual interminable. Quiz\u00e1s alguna vez so\u00f1\u00f3 con un retorno absurdo a una juventud muy remota, imposible, con su apostura, con aquel bello rostro irresistible para esas mujeres que lo asediaban y se le entregaban fogosas en sus apasionados encuentros. Pero luego de la ceremonia habitual cog\u00eda la navaja y, en cada ocasi\u00f3n, cada d\u00eda con mayor dificultad, su mano temblorosa hac\u00eda una muesca, una incisi\u00f3n en la pared que agregaba a las anteriores, que ya eran muchas, despu\u00e9s de contar las estr\u00edas, los pliegues que se formaban implacables en torno a unos ojos ya muy cansados y en las comisuras de unos labios ya sin vida. Una cuenta progresiva diaria, insensata, hacia un destino insoportable: su propia muerte. Se sent\u00eda irreconocible, infame, como muerto sin morir a\u00fan. Hasta que un d\u00eda no aguant\u00f3 m\u00e1s su crep\u00fasculo despreciable, su soledad eterna, su decrepitud reflejada en un rostro fl\u00e1ccido, ingrato. Era un anciano, un vejestorio casi repugnante que la mayor\u00eda de los que hab\u00edan sido sus amigos evad\u00eda sin disimulo, sin piedad alguna, no resist\u00edan ver esa apariencia l\u00fagubre.<\/p>\n