{"id":3026,"date":"2023-05-29T13:43:42","date_gmt":"2023-05-29T13:43:42","guid":{"rendered":"http:\/\/tecuentoalgo.com\/?p=3026"},"modified":"2023-05-29T13:43:42","modified_gmt":"2023-05-29T13:43:42","slug":"el-precio-de-la-amistad-kjell-askildsen-maestro-noruego-del-relato-breve","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/el-precio-de-la-amistad-kjell-askildsen-maestro-noruego-del-relato-breve\/","title":{"rendered":"El precio de la amistad – Kjell Askildsen (maestro noruego del relato breve)"},"content":{"rendered":"

H<\/span>ab\u00eda aceptado porque ya en dos ocasiones le hab\u00eda puesto una excusa. En tiempos \u00e9ramos amigos \u00edntimos, hace muchos a\u00f1os, y nunca nos peleamos, simplemente el tiempo y la distancia alejaron los motivos para mantener el contacto. Ahora acababa de aceptar, con desgana, debido a un irracional sentimiento de culpabilidad. \u00c9l estaba sentado justo al lado de la puerta. Se levant\u00f3. Era f\u00e1cilmente reconocible, pero estaba distinto. Nos dijimos unas vagas frases y nos sentamos. Lleg\u00f3 la camarera, era espectacularmente guapa. Pedimos cada uno un aperitivo. \u00c9l ten\u00eda una estrecha raya a modo de bigote. Seguimos intercambiando palabras casi por completo anodinas. La camarera nos trajo las copas. Brindamos. Luego me ofreci\u00f3 un cigarrillo. Yo lo hab\u00eda dejado. Me pregunt\u00f3 si me molestaba que \u00e9l fumara. En absoluto, dije. Dijo que \u00e9l tambi\u00e9n deber\u00eda dejarlo. \u00bfPor qu\u00e9?, pregunt\u00e9.<\/p>\n

Buena pregunta, dijo \u00e9l, por qu\u00e9. Encendi\u00f3 el cigarrillo. Me pregunt\u00f3 por qu\u00e9 lo hab\u00eda dejado yo. Problemas de coraz\u00f3n, y como si mi respuesta le diera impulso, me pregunt\u00f3 si segu\u00eda casado con Nora. S\u00ed, contest\u00e9, me ha aguantado. \u00c9l dijo que seguramente no le hab\u00eda resultado demasiado dif\u00edcil, con lo que yo estaba de acuerdo, as\u00ed que no contest\u00e9. En la pausa que sigui\u00f3, \u00e9l cogi\u00f3 la carta. Yo hice lo mismo. Lleg\u00f3 la camarera y pedimos la comida. Pens\u00e9 que como \u00e9l quer\u00eda verme tendr\u00eda algo que decirme, as\u00ed que dije: \u00bfY bien? Bueno, contest\u00f3 \u00e9l. Y tras una breve pausa: Salud. Me acab\u00e9 la copa. Dije que ten\u00eda que ir al lavabo. No hab\u00eda nadie, as\u00ed que met\u00ed dos billetes de diez en la m\u00e1quina de condones; es una man\u00eda que tengo. Me tom\u00e9 bastante tiempo, y cuando volv\u00ed, hab\u00eda ya una botella en la mesa y vino tinto en las copas. Dije que no era capaz de recordar cu\u00e1ndo y por qu\u00e9 motivo nos hab\u00edamos visto por \u00faltima vez. Dijo que fue en mi casa hac\u00eda doce o trece a\u00f1os. Cu\u00e9ntame algo m\u00e1s, dije. Fue justo antes de que te mudaras, dijo, Nora y t\u00fa disteis una fiesta de despedida. \u00bfAh s\u00ed?, dije yo. \u00bfNo lo recuerdas?, dijo \u00e9l. Cu\u00e9ntame algo m\u00e1s, dije.<\/p>\n

Pronunciaste un discurso y todo, dijo \u00e9l. Oh, Dios m\u00edo, dije yo. Fue un bonito discurso, dijo \u00e9l, hablaste de la amistad. No contest\u00e9; no me sent\u00eda muy a gusto. Por suerte, lleg\u00f3 la camarera con la comida. La mujer era de verdad inusualmente guapa, y cuando se alej\u00f3, lo mencion\u00e9 con la esperanza de llevar la conversaci\u00f3n en otra direcci\u00f3n. \u00bfAh, s\u00ed?, dijo \u00e9l, y empez\u00f3 a comer. \u00bfYa no miras a las mujeres guapas? Por Dios, contest\u00f3, no creo que lo haya dejado, pero tampoco puedes mirarlas a todas. Entonces, lo has dejado, dije. Se meti\u00f3 comida en la boca y no contest\u00f3. Comimos en silencio durante un rato. Quer\u00eda preguntarle por su mujer, pero no me acordaba de su nombre, as\u00ed que lo dej\u00e9: hay gente que tiende a interpretar mi mala memoria como falta de inter\u00e9s, en lo que, por cierto, no les falta raz\u00f3n. En lugar de eso le pregunt\u00e9, por decir algo, si segu\u00eda viendo a alguno de los que formaban nuestro c\u00edrculo de amistades. A algunos s\u00ed, contest\u00f3. \u00bfA Henrik?, pregunt\u00e9. No, contest\u00f3, y not\u00e9 en su respuesta una brusquedad que despert\u00f3 mi curiosidad. \u00bfNo?, dije.<\/p>\n

No, repiti\u00f3, y sigui\u00f3 comiendo. Decid\u00ed no ser el primero en volver a hablar. Com\u00eda y beb\u00eda vino. La camarera se acerc\u00f3 a rellenarnos las copas. \u00c9l ni siquiera levant\u00f3 la mirada, sigui\u00f3 comiendo, tenaz, me pareci\u00f3, tal vez porque su manera de masticar iba a veces acompa\u00f1ada por un chasquido de las mand\u00edbulas. Entonces dijo por fin: Henrik se interpuso en la relaci\u00f3n entre Eva y yo. Pero eso a lo mejor ya lo sabes, ya que has preguntado precisamente por \u00e9l. \u00bfHenrik hizo eso?, pregunt\u00e9. \u00bfNo lo sab\u00edas?, dijo \u00e9l. No, contest\u00e9. As\u00ed que ya no tengo nada que ver con \u00e9l, dijo, y sigui\u00f3 comiendo. \u00bfPero t\u00fa y Eva segu\u00eds casados?, pregunt\u00e9. Asinti\u00f3 con un gesto de la cabeza. Empezaba a irritarme por tener que sacarle las palabras con sacacorchos; no era yo el que hab\u00eda sugerido que nos vi\u00e9ramos. Dej\u00e9 los cubiertos y mir\u00e9 a mi alrededor. No ve\u00eda a la camarera. Beb\u00ed un poco de vino. De vez en cuando le lanzaba una mirada, pero \u00e9l ni siquiera me miraba de reojo. Me serv\u00ed m\u00e1s vino y luego dije: \u00bfPrefieres que me vaya? Entonces levant\u00f3 la vista, sin comprender, como si de repente se hubiera despertado. \u00bfC\u00f3mo?, dijo.<\/p>\n

Das la impresi\u00f3n de tener de sobra contigo mismo, dije. Me mir\u00f3 fijamente; result\u00f3 bastante inc\u00f3modo. Entonces vete, dijo por fin, no pensaba que hiciera falta hablar todo el tiempo. Cogi\u00f3 el paquete de tabaco y con un movimiento del pulgar y otro dedo sac\u00f3 un cigarrillo que golpe\u00f3 tres veces contra el mantel antes de encenderlo; era un ritual y en cierto modo encajaba con ese estrecho bigote que se hab\u00eda dejado. Lo siento, dijo. Yo tambi\u00e9n, dije. Brindamos. La camarera se acerc\u00f3 y vaci\u00f3 lo que quedaba de la botella en nuestras copas. Yo la mir\u00e9 y ped\u00ed otra botella. Ella no me devolvi\u00f3 la mirada. Cuando la mujer se alej\u00f3, \u00e9l dijo que hac\u00eda mucho tiempo que no nos ve\u00edamos, y que mientras estaba esper\u00e1ndome, pens\u00f3 que quiz\u00e1 fuera demasiado tiempo y no nos reconoci\u00e9ramos, y tal vez hubiera variado nuestro concepto de nosotros mismos, porque era muy normal que hubi\u00e9ramos cambiado, al menos con relaci\u00f3n al otro, ya que la influencia rec\u00edproca hab\u00eda cesado. Esas eran las palabras que yo hab\u00eda utilizado en mi discurso esa \u00faltima noche, dijo \u00e9l, yo hab\u00eda dicho que la amenaza para una amistad era que la influencia rec\u00edproca cesara.<\/p>\n

\u00bfYo dije eso?, pregunt\u00e9. S\u00ed, contest\u00f3 \u00e9l. \u00bfY t\u00fa lo recuerdas?, pregunt\u00e9. \u00bfPor qu\u00e9 no iba a recordarlo?, dijo \u00e9l.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Hab\u00eda aceptado porque ya en dos ocasiones le hab\u00eda puesto una excusa. En tiempos \u00e9ramos amigos \u00edntimos, hace muchos a\u00f1os, y nunca nos peleamos, simplemente el tiempo y la distancia alejaron los motivos para mantener el contacto. Ahora acababa de aceptar, con desgana, debido a un irracional sentimiento de culpabilidad. \u00c9l estaba sentado justo al […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":3027,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[10,19,34],"tags":[],"class_list":{"0":"post-3026","1":"post","2":"type-post","3":"status-publish","4":"format-standard","5":"has-post-thumbnail","7":"category-cuentos-cortos","8":"category-los-mejores-cuentos-clasicos","9":"category-otros","10":"czr-hentry"},"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3026","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=3026"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3026\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/3027"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=3026"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=3026"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=3026"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}