{"id":3047,"date":"2023-06-10T13:08:36","date_gmt":"2023-06-10T13:08:36","guid":{"rendered":"http:\/\/tecuentoalgo.com\/?p=3047"},"modified":"2023-06-10T13:08:36","modified_gmt":"2023-06-10T13:08:36","slug":"nochebuena-elbio-firpo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/nochebuena-elbio-firpo\/","title":{"rendered":"Nochebuena – Elbio Firpo"},"content":{"rendered":"
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Algo me despert\u00f3 a la medianoche. Lo supe por la esfera fosforecente del reloj. Reconoc\u00ed entonces los silbidos y explosiones de los cohetes. No me mov\u00ed de la cama. Por las persianas bajas y las puertas cerradas la nochebuena no se atrever\u00eda a entrar. El tubo descolgado del tel\u00e9fono me preven\u00eda contra alguna llamada perdida. Tem\u00eda por esas voces que desde alguna parte pretenden contagiarnos su alegr\u00eda anual de pan dulce y espumante.<\/div>\n
Mi tercera nochebuena solo. Lo admit\u00ed sin dramatismos, casi acostumbrado, con un lejano dolor de infancia cuando era realmente nochebuena.<\/div>\n
La mesa compartida con los t\u00edos que preparaban la gran ensalada de frutas. Mi hermano mayor liderando la quema del judas sobre los adoquines de la calle. En el fondo de la casa, bajo la higuera, tot\u00e9mico y rechoncho, el barril de cerveza agudizaba la sed de los parientes.<\/div>\n
Nosotros corr\u00edamos desde la puerta la fondo. Nos deten\u00edamos frente al \u201carbolito\u201d que mi prima \u201c que estudiaba para maestra\u201d se encargaba, a\u00f1o a a\u00f1o, de adornar Sobre un pedazo de espejo se reflejaban cisnes desproporcionados y en el pesebre vac\u00edo hasta las doce, la virgen Maria esperaba el nacimiento<\/div>\n
Record\u00e9 nochebuenas m\u00e1s recientes. Festej\u00e1bamos sobre la gruesa alfombra de nuestro apartamento amplio y confortable, lleno de selectos familiares y amigos donde no figuraban mis padres. Siempre present\u00ed lo transitorio de aquellas amistades elegantes que no tardaron en desaparecer.<\/div>\n
Todos hemos quedado solos. Mis hijos y yo. Mi mujer y mi suegra siempre lo estuvieron pero no les importaba.<\/div>\n
Por eso extra\u00f1o la infancia de mis nochebuenas. Las que no pude entregar a Esteban y Virginia. Con la higuera y mis t\u00edos humildes y un fondo de hinojos, dalias y pitangas.<\/div>\n
Ni siquiera un t\u00edo. Hermano que recuerdo con una admiraci\u00f3n que el tiempo transform\u00f3 en incomprensi\u00f3n. Las peque\u00f1as cosas. Los aviones de pl\u00e1stico que me compraba en la farmacia \u201cMercurio\u201d. Las noches compartidas en nuestro cuartito de techo de zinc. Tan c\u00e1lido con su vieja radio y la estufa que mi padre hab\u00eda construido con grandes l\u00e1mparas en desuso.<\/div>\n
Pero por sobre todo recuerdo la lluvia. Ca\u00eda sobre el parral que se extend\u00eda sobre los techos. Despu\u00e9s, las gotas golpeaban el zinc. Mi hermano le\u00eda.<\/div>\n
Afuera el jard\u00edn en sombras multiplicaba la seguridad de nuestro refugio\u00a0 Habl\u00e1bamos. A veces el cuarto era solo m\u00edo y tambi\u00e9n la radio. Fijaba hipn\u00f3ticamente mis ojos en el dial que irradiaba una luz tenue y dejaba que Humberto Nazzari me llevara con su voz a la medianoche del domingo<\/div>\n
A veces creo que no crec\u00ed. Que me qued\u00e9 en aquel mundo imposible mientras los a\u00f1os pasaban. Y cuando todos se fueron, mis padres, mis hermanos, mi mujer, no quise comprender que era un adulto.<\/div>\n
Y sobre viejas fotos y peque\u00f1as cosas sobrevivientes de un mundo desaparecido, dej\u00e9\u00a0 caer el ancla.<\/div>\n
Las palomas detenidas por una m\u00e1quina de caj\u00f3n en el Prado, invierno del 39, mi madre sosten\u00eda en brazos a mi hermano, yo existir\u00eda cinco a\u00f1os despu\u00e9s.<\/div>\n
La conservo como una cosa m\u00e1gica. Con una lupa distingo nuevos detalles en la sonrisa de mi madre, en su largo tapado, en el inm\u00f3vil aleteo que envuelve a mis dos seres queridos. Cuesta creer que sea el mismo adulto que tan certeramente coloca sus frases para desarticular mi debilitada estructura sicol\u00f3gica. \u2013Que solo te vas a quedar hermano- me dijo una tarde lluviosa dentro de su Mercedes cuando hablamos de mi divorcio.<\/div>\n
Y me\u00a0 acord\u00e9 de mi padre en otra tarde, largo pelo blanco, tendido en su cama de moribundo, tan humor\u00edsticamente cruel para consigo mismo, ojos tan claros en la desolaci\u00f3n.<\/div>\n
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Roberto me dijo que tengo c\u00e1ncer\u00a0<\/em><\/div>\n
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Y nos vimos reflejados en el espejo de la c\u00f3moda donde encontr\u00e9 mi imagen muy parecida a la suya.<\/div>\n
Pero hoy es nochebuena.<\/div>\n
Ayer sal\u00ed a comprar los regalos para Esteban y Virginia. Apart\u00e9 los recuerdos y part\u00ed para el Shopping.<\/div>\n
Y all\u00ed estaban ellos. Como en una playa donde llegan los restos de un naufragio. Rostros apenas avejentados que una vez formaron parte de nuestro peque\u00f1o y fr\u00e1gil universo.<\/div>\n
Nos cruzamos sin vernos en un acuerdo t\u00e1cito por mirar hacia otro lado.<\/div>\n
Ya\u00a0 los arrastraba la corriente de la escalera mec\u00e1nica. De pronto me avergonzaron los regalos que llevaba en mis manos.<\/div>\n
Y la cruda luz del Shopping\u00a0 que no dejaba esconder mi bochorno.<\/div>\n
Vinieron de tardecita y se acomodaron en los sillones demasiado grandes para ellos.<\/div>\n
Buscaron los regalos que hab\u00eda escondido en el dormitorio y dentro de los placares. Despu\u00e9s me besaron. Virginia con sus besos h\u00famedos y su abrazo de manos grandes.<\/div>\n
Cuando se fueron dej\u00e9 cintas y papeles donde hab\u00edan quedado.<\/div>\n
Corr\u00ed las cortinas sobre las bengalas, las ventanas iluminadas y los arbolitos destellantes.<\/div>\n
Pero no pude evitar que algo me despertara a la medianoche. Quiz\u00e1s ese reloj sicol\u00f3gico que nos se\u00f1ala desde la infancia lo sacr\u00edlego de estar dormido a esa hora.<\/div>\n
Esper\u00e9 un largo rato y cuando el silencio se hizo, entre portazos de autos y despedidas, abrac\u00e9 la almohada y me qued\u00e9 dormido.<\/div>\n<\/div>\n
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\u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0Elbio Firpo<\/div>\n
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