\u201cEn el alto del Cabildo flameaba la bandera Oriental y en sus balcones se ve\u00edan al General Lavalleja, Gobernador Provisorio, de gran uniforme, sus Ministros, los Representantes de la Naci\u00f3n, Jefes de Estado Mayor, Miembros del Tribunal de Justicia y porci\u00f3n de personas distinguidas, y un mundo del pueblo contemplando gozoso, aquel simp\u00e1tico cuadro, a despecho del fr\u00edo de la estaci\u00f3n, que embromaba\u201d (Isidoro de Mar\u00eda). <\/em>Un poco de m\u00e1s de cinco a\u00f1os han transcurrido desde la \u00e9pica Agraciada \u201cuna playa desierta y primitiva\u201d <\/em>en un \u201csuelo sojuzgado de la patria\u201d. <\/em>Juan Manuel Blanes reproduce el momento e incorpora en el imaginario nacional uno de los acontecimientos m\u00e1s conmovedores de nuestra historia.<\/p>\n

\u00bf<\/span>Qu\u00e9 pensamientos ocupan la mente de aquel hombre en el momento supremo del juramento? Quiz\u00e1s, tan solo en un minuto de reflexi\u00f3n, desfilen ante sus ojos los episodios m\u00e1s c\u00e1lidos,\u2026 tambi\u00e9n los m\u00e1s dolorosos. C\u00f3mo olvidar la bandera de la patria, la que muestra al desplegarla la sentencia de \u201clibertad o muerte\u201d; <\/em>la acogida de los paisanos descendiendo desde las cuchillas para hacer renacer el ej\u00e9rcito oriental; o quiz\u00e1s Rinc\u00f3n, Sarand\u00ed, Ituzaing\u00f3 y tantas otras; o el compadre tan dif\u00edcil de contener, pero tan respond\u00f3n cuando de liberar el terru\u00f1o se trata; sus amigos de las provincias; D. Tr\u00e1pani desde Buenos Aires o \u201cEl Argentino\u201d haciendo circular por las calles de la ciudad un \u201cViva la Patria!! —\u201cVivan los bravos Orientales\u201d (Flavio A. Garc\u00eda); la Declaratoria de la Florida; los ingleses junto a brasile\u00f1os y argentinos d\u00e1ndole vueltas a un asunto tan claro. Al fin la libertad, el Estado Independiente, tanto por hacer. Pero, henos aqu\u00ed, en esta Montevideo tan ajena y tan nuestra, el orgullosos puerto el Plata. Acaso por un momento, su memoria recorra la \u00e9poca de la Patria Vieja, y en ese instante la referencia ineludible: \u00a1qu\u00e9 hombre tan porfiado aqu\u00e9l!, taciturno, callado, siempre preocupado por la marcha de la provincia. Ha pasado un ef\u00edmero minuto, no hay m\u00e1s tiempo, la ceremonia contin\u00faa y requiere su atenci\u00f3n.<\/p>\n

El proceso hist\u00f3rico que culmina con la independencia de Uruguay cuenta con el invalorable aporte de sus caudillos. Son ellos el producto de una sociedad que se va conformando culturalmente a partir de su origen hisp\u00e1nico y en donde Am\u00e9rica vuelca sus propias caracter\u00edsticas humanas y geogr\u00e1ficas. Surgen comunidades con perfiles propios y dentro de ellas criollos que asumen un protagonismo p\u00fablico.<\/p>\n

Juan Antonio Lavalleja, capit\u00e1n artiguista, es, sin lugar a dudas un singular\u00a0 y relevante personaje hist\u00f3rico. Luces y sombras coronan su vida p\u00fablica, pero tiene el inmenso m\u00e9rito de liderar una gesta que culmina el proceso de la independencia. Los cinco a\u00f1os que transcurren desde el desembarco en la playa La Agraciada hasta la jura de la Constituci\u00f3n constituyen, en su totalidad, un periodo culminante en la vida de este hombre apasionado, decidido, comprometido con los superiores intereses de su vocaci\u00f3n patri\u00f3tica.<\/p>\n

La importancia hist\u00f3rica de los caudillos en el Uruguay, -Lavalleja es uno de ellos- se dimensiona por la capacidad de convocar miles de voluntades detr\u00e1s de la suprema y solidaria idea de la orientalidad. La identidad de una comunidad hist\u00f3rica dentro de un \u00e1mbito geogr\u00e1fico construida con \u00e9pica determinaci\u00f3n. El \u201cpueblo libre\u201d interviene en la formaci\u00f3n de la nueva asociaci\u00f3n pol\u00edtica en procura de su soberan\u00eda, libertad e independencia, y a su frente \u201clos m\u00e1s respetables e importantes hombres del partido patriota en esta ciudad y la provincia\u201d <\/em>planteando \u201cla idea de organizar un partido independentista con la esperanza, en el actual estado de cosas\u2026y establecer una Rep\u00fablica de ellos\u201d<\/em> (Hood).<\/p>\n

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\u201cEn el alto del Cabildo flameaba la bandera Oriental y en sus balcones se ve\u00edan al General Lavalleja, Gobernador Provisorio, de gran uniforme, sus Ministros, los Representantes de la Naci\u00f3n, Jefes de Estado Mayor, Miembros del Tribunal de Justicia y porci\u00f3n de personas distinguidas, y un mundo del pueblo contemplando gozoso, aquel simp\u00e1tico cuadro, a […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":3209,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[8],"tags":[],"class_list":{"0":"post-3208","1":"post","2":"type-post","3":"status-publish","4":"format-standard","5":"has-post-thumbnail","7":"category-un-poco-de-historia","8":"czr-hentry"},"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3208","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=3208"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3208\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/3209"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=3208"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=3208"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=3208"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}