{"id":3225,"date":"2024-01-11T21:34:35","date_gmt":"2024-01-11T21:34:35","guid":{"rendered":"http:\/\/tecuentoalgo.com\/?p=3225"},"modified":"2024-02-23T23:19:38","modified_gmt":"2024-02-23T23:19:38","slug":"juan-antonio-lavalleja-2-entrega","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/juan-antonio-lavalleja-2-entrega\/","title":{"rendered":"JUAN ANTONIO LAVALLEJA 2\u00b0 Entrega"},"content":{"rendered":"
Caracter\u00edsticas de su personalidad<\/u><\/strong><\/p>\n \u00bf<\/span>Cu\u00e1l es el valor de un retrato pintado en el que se representa a un h\u00e9roe en la historiograf\u00eda nacional? Las respuestas son muchas. Quiz\u00e1s la m\u00e1s precisa es aquella que revela la preocupaci\u00f3n de nuestros mayores de crear mediante el arte una liturgia c\u00edvica que consolide nuestras aspiraciones de identidad nacional. Ese imaginario incorpora un retrato pintado al \u00f3leo del Brigadier General \u2013justicieramente denominado Libertador- Juan Antonio Lavalleja.. La mera observaci\u00f3n del mismo, en la plenitud de su protagonismo hist\u00f3rico, nos infiere un hombre de su \u00e9poca en la solemnidad de su figura militar y p\u00fablica. Un gesto adusto y de firmeza, f\u00e1cilmente dise\u00f1ado por el artista porque su rostro refleja, a trav\u00e9s de una mirada penetrante y limpia, la claridad de su alma.<\/p>\n Nacido en Minas hacia 1874, una peque\u00f1a villa perteneciente en aquel entonces a la jurisdicci\u00f3n de Montevideo, hijo de Manuel de la Valleja y de Ramona Justina de la Torre recibi\u00f3 una ense\u00f1anza que lo facult\u00f3 para leer y escribir y a temprana edad se dedic\u00f3 a las faenas pecuarias. Transita como vemos el camino de nuestros criollos beneficiarios de una elemental educaci\u00f3n y \u2013a trav\u00e9s del car\u00e1cter de propietario menor de sus padres-, de las actividades de nuestra \u201cpradera\u201d seg\u00fan la expresi\u00f3n del Profesor W. Reyes Abadie. La vida cotidiana le permite el desarrollo de todas las aptitudes que debe poseer el habitante de nuestra campa\u00f1a: la forja de un car\u00e1cter asociado a la acci\u00f3n y al orden de la mente para \u201csacar adelante\u201d el negocio pecuario: \u201cFue un jinete consumado, diestro enlazador, ameno y dicharachero en el fog\u00f3n, cantor de d\u00e9cimas acompa\u00f1\u00e1ndose de la guitarra, baqueano de picadas y pasos, aficionado a las cuadreras, por este lado; hombre de hogar, se plac\u00eda bajo el techo propio, y gustaba de la conversaci\u00f3n, de las tertulias con amigos y a\u00fan de los salones, donde sol\u00eda bailar\u201d <\/em>(Edmundo M. Narancio).<\/p>\n Las personas que escribieron una semblanza sobre Artigas, concuerdan en manifestar su parquedad al hablar y el profundo significado de las palabras cuando eran pronunciadas, precedidas de un silencio reflexivo. Se podr\u00eda decir que era un hombre consciente del valor de la meditaci\u00f3n y el an\u00e1lisis, proceso que le permit\u00eda decidir y expresar cabalmente sus ideas.. Juan Antonio Lavalleja corr\u00eda por otros andariveles: \u201cSu car\u00e1cter era franco; jovial y decidor; hablaba con exceso y sin preocuparse del efecto que pod\u00eda producir sus ideas en su auditorio\u2026.\u201d \u201c\u2026era honrado y como gobernante habr\u00eda sido un buen estadista si hubiera sido posible desprenderse de ciertos h\u00e1bitos, ideas y condiciones que fueron su m\u00e1s insalvable barrera; pero sus actos administrativos ten\u00edan un fin laudable, y una tendencia marcada a radicar el orden a cuya iniciativa obedec\u00eda, cuando era bien encaminado\u201d (<\/em>A. Barrios Pintos).<\/p>\n Aquel hombre no pudo sustraerse del impulso revolucionario de 1811 que nac\u00eda en la campa\u00f1a. Su inmediato alistamiento a las fuerzas de Manuel Francisco Artigas le permite la cultura del arrojo, el coraje, el indispensable orden de la acci\u00f3n militar de la milicia, la subordinaci\u00f3n al caudillo, la afirmaci\u00f3n de un sentimiento vinculado a la singular historia colonial de la Banda Oriental en cuya sumatoria se incorpora lo aborigen, lo espa\u00f1ol y lo cristiano.<\/p>\n Por sus dotes personales y comprobable m\u00e9rito, se transforma en un Capit\u00e1n de la revoluci\u00f3n. Una primera gesti\u00f3n como Comandante Militar de Colonia del Sacramento hacia 1815, actuaci\u00f3n que despierta el respeto de su poblaci\u00f3n, una acertada capacidad para la toma de decisiones en cuestiones de gobierno de la plaza <\/em>y una clara subordinaci\u00f3n al Protector: \u201cEl mantenimiento del comercio y de las relaciones entre Buenos Aires y Portugal determin\u00f3 al Jefe de los Orientales a dirigir a todos los pueblos de la Convenci\u00f3n, a mediados de noviembre de 1816, en la que dispon\u00eda el cierre de los puertos de la Banda Oriental y el corte de las comunicaciones \u00b4con aque pueblo y los de su dependencia\u00b4, debiendo que dar desde ese momento detenidos y asegurados todos los barcos provenientes de aquel destino.<\/em><\/p>\n El cumplimiento de esta medida por Lavalleja \u2013al expedir patentes de corso- provoc\u00f3 el reclamo de Juan Mart\u00edn de Pueyrred\u00f3n, al que contest\u00f3 el Comandante artiguista remiti\u00e9ndole una copia de la circular citada, a la vez que le hac\u00eda notar que \u00e9l era un subalterno del Superior Gobierno de la Provincia Oriental al que deb\u00eda remitir, como era regular su protesta\u201d.<\/em><\/p>\n <\/em>No es dif\u00edcil discernir de ciertos episodios puntuales, el esp\u00edritu recto y noble de la personalidad de Lavalleja. Mencionar su actitud durante el cautiverio de la Isla Das Cobras cuando hacia 1819 le fue ofrecido por el regente portugu\u00e9s en Brasil la gracia de un sueldo de coronel y la residencia en los Estados Unidos. \u00bfC\u00f3mo hubieran reaccionado otras personas? F\u00e1cil es imaginar una cantidad de argumentos para la aceptaci\u00f3n sin m\u00e1cula o condena de la propia comunidad. El sentimiento de solidaridad est\u00e1 muy acendrado en este hombre; es el poder de la conciencia el que distingue a los hombres prominentes, que los obliga a la entrega con un celo inusitado sobre el valor de la lealtad hacia los otros y con especial distinci\u00f3n hacia su propia persona. El respeto por s\u00ed mismo y hacia sus compa\u00f1eros de prisi\u00f3n lo deciden por una negativa.<\/p>\n Para asumir una correcta forma de vida es necesario apuntalar la inmanencia, el respaldo y el calor humano de una persona en permanente comuni\u00f3n con los deberes y el emprendimiento de hombre p\u00fablico. Aguda sensibilidad la de Ana Monterroso de Lavalleja, mujer itinerante, de esclarecido y firme car\u00e1cter, asociado al tiempo de su existencia, en donde las exigencias mayores de los acontecimientos revolucionarios habilitan al sacrificio personal y familiar.<\/p>\n Un vigilante de una plaza p\u00fablica de Montevideo al observar el t\u00edtulo de un libro de historia nacional, emite un juicio que denota el conocimiento adquirido en los seis a\u00f1os de su educaci\u00f3n primaria. Ante la pregunta acerca de la figura hist\u00f3rica de Juan Antonio Lavalleja, su comentario fue certero al se\u00f1alar que su protagonismo principal lo fue luego del desembarco de La Agraciada y la \u00e9pica de la Independencia; m\u00e1s tarde \u2013seg\u00fan sus propias palabras- una actuaci\u00f3n \u201cen segundo plano\u201d. Un testimonio que aprecia el cenit de su vida p\u00fablica y de madurez personal. Due\u00f1o de s\u00ed mismo, ejerci\u00f3 el liderazgo con decisi\u00f3n y firmeza, abon\u00f3 el camino emprendido por Jos\u00e9 Artigas de re-institucionalizar la Provincia, asumi\u00f3 los roles militares y pol\u00edticos que le demand\u00f3 el momento, tom\u00f3 la dif\u00edcil y controvertida decisi\u00f3n de suprimir la Asamblea cuando \u00e9sta propone una constituci\u00f3n unitaria \u2013una ant\u00edtesis del ideario artiguista-, y tiene su hora m\u00e1s gloriosa en el parang\u00f3n de Las Piedras: la batalla de Sarand\u00ed el 12 de octubre de 1825.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Caracter\u00edsticas de su personalidad \u00bfCu\u00e1l es el valor de un retrato pintado en el que se representa a un h\u00e9roe en la historiograf\u00eda nacional? Las respuestas son muchas. 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