{"id":3480,"date":"2024-08-02T20:12:17","date_gmt":"2024-08-02T20:12:17","guid":{"rendered":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/?p=3480"},"modified":"2024-08-02T20:12:17","modified_gmt":"2024-08-02T20:12:17","slug":"la-verdadera-caida-albero-caeiro-fernando-pessoa","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/la-verdadera-caida-albero-caeiro-fernando-pessoa\/","title":{"rendered":"La verdadera ca\u00edda. Albero Caeiro. (Fernando Pessoa)"},"content":{"rendered":"
U<\/span>n d\u00eda en que Dios estaba durmiendo y el Esp\u00edritu Santo andaba en uno de sus vuelos, Jesucristo fue a la caja de los milagros y rob\u00f3 tres. Con el primero hizo que nadie supiese de su huida. Con el segundo se cre\u00f3 eternamente humano y ni\u00f1o. Con el tercero cre\u00f3 un Cristo eternamente en la cruz y lo dej\u00f3 clavado en esa cruz que hay en el cielo y sirve de modelo a todas las dem\u00e1s. Despu\u00e9s huy\u00f3 hacia el sol y baj\u00f3 por el primer rayo que pudo atrapar.<\/p>\n Hoy vive conmigo en mi aldea. Es un ni\u00f1o hermoso cuando r\u00ede, y natural. Se limpia la nariz en el brazo derecho, chapotea en las charcas, coge las flores, le gustan y las olvida. Tira piedras a los borricos, roba fruta de los \u00e1rboles y huye a gritos y llorando de los perros. Y porque sabe que a ellas no les gusta, pero que todo el mundo lo celebra, persigue a las chicas que en grupo van por los caminos con el c\u00e1ntaro en la cabeza y les levanta las faldas.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Un d\u00eda en que Dios estaba durmiendo y el Esp\u00edritu Santo andaba en uno de sus vuelos, Jesucristo fue a la caja de los milagros y rob\u00f3 tres. Con el primero hizo que nadie supiese de su huida. Con el segundo se cre\u00f3 eternamente humano y ni\u00f1o. Con el tercero cre\u00f3 un Cristo eternamente en […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":3481,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[10,19,44],"tags":[],"class_list":{"0":"post-3480","1":"post","2":"type-post","3":"status-publish","4":"format-standard","5":"has-post-thumbnail","7":"category-cuentos-cortos","8":"category-los-mejores-cuentos-clasicos","9":"category-microrrelato","10":"czr-hentry"},"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3480","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=3480"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3480\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":3482,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3480\/revisions\/3482"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/3481"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=3480"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=3480"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/tecuentoalgo.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=3480"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}