Mary Jo, de dos años de edad, está aprendiendo a jugar en tinieblas, después de que sus padres, el señor y la señora May, se vieron obligados a escoger entre la vida de la pequeña o que quedara ciega para el resto de su vida. A la pequeña Mary Jo le sacaron ambos ojos en la Clínica Mayo, después de que seis eminentes especialistas dieron su diagnóstico: retinoblastoma. A los cuatro días después de operada, la pequeña dijo: “Mamá, no puedo despertarme… No puedo despertarme”.
FIN
El mensajero de la oficina colocó la tarjeta sobre el escritorio, Vicente la miró distraídamente y la rodó hacia un lado con […]
Los años le han dejado unas palabras en guaraní, que sabe usar cuando la ocasión lo requiere, pero que no podría traducir […]
«Nuestro niño del cuento, descubre que está solo en medio de la gente, y que desde esa soledad deberá encontrar un camino […]
Nunca logro olvidarme del Thistle Hotel. Nunca logro olvidarme de esa extraña noche de invierno. La había invitado a cenar y luego […]
