La fibrilación auricular es un ritmo cardíaco anómalo que puede alterar el flujo normal de la sangre en el corazón. Es una arritmia auricular (no ventricular) y por tanto catalogada como «no grave» en lo inmediato, excepto que la frecuencia cardíaca sea muy alta. Pero puede tener otra complicación: formar coágulos de sangre. Así, la fibrilación auricular puede aumentar el riesgo de tromboembolia y accidente cerebrovascular isquémico.
Prevención del accidente cerebrovascular en las personas con fibrilación auricular
¿Por qué pueden ser peligrosos los coágulos de sangre? Cuando la sangre no fluye fácilmente, existe la posibilidad de que forme coágulos. Si se ha formado un coágulo en el corazón, el torrente circulatorio puede transportarlo a otras regiones del cuerpo (tromboembolia). Esto es peligroso porque el coágulo puede quedar atrapado en un vaso más pequeño y reducir el flujo de sangre a la zona irrigada por ese vaso. Un coágulo de sangre que se desplaza hasta los vasos sanguíneos pequeños del cerebro puede reducir o bloquear el flujo de sangre hacia este, y provocar lesiones cerebrales (accidente cerebrovascular isquémico). La probabilidad de formar coágulos de sangre varía de una persona a otra. La fibrilación auricular no es el único factor que causa coágulos de sangre; algunas personas pueden tener otros problemas médicos que aumentan la probabilidad de formar coágulos de sangre o sufrir un accidente cerebrovascular. El médico estudiará su situación para decidir si su riesgo de que se formen coágulos de sangre o de padecer un accidente cerebrovascular es alto o bajo.
Prevención de los coágulos de sangre. En una persona con fibrilación auricular que presenta un riesgo significativo de formación de coágulos de sangre o de accidente cerebrovascular, el médico puede recomendar un anticoagulante. Son ejemplos de estos medicamentos la warfarina o los nuevos anticoagulantes orales como el dabigatrán, el rivaroxabán y el apixabán. Todos estos medicamentos actúan en el torrente circulatorio para evitar la formación de coágulos.
En el caso de una persona con fibrilación auricular que presenta un riesgo bajo de accidente cerebrovascular, el médico le hará la recomendación más adecuada para ella. El tratamiento podría seguir incluyendo anticoagulación; sin embargo, lo mejor para esa persona podría ser no tomar anticoagulantes y tomar solo ácido acetilsalicílico.
Riesgos de los anticoagulantes. Los anticoagulantes tienen riesgos, el más importante de los cuales es la hemorragia. Dado que estos medicamentos evitan la coagulación, cualquier hemorragia causada por una caída o un corte no cesará normalmente. Pueden producirse otros problemas hemorrágicos, como hemorragia del tubo digestivo o hemorragia dentro de la cabeza (accidente cerebrovascular hemorrágico). Es importante tener en cuenta el riesgo de hemorragia antes de iniciar un tratamiento anticoagulante. El riesgo de hemorragia no significa que una persona no pueda tomar anticoagulantes, sino que deberá tener cuidado para reducir el riesgo de complicaciones hemorrágicas.
En suma: la fibrilación auricular puede aumentar el riesgo de tromboembolia y accidente cerebrovascular isquémico. El tratamiento de la fibrilación auricular podría requerir anticoagulantes, pero cada caso debe considerarse individualmente. Para determinar el mejor plan para cada paciente, deben tenerse en cuenta el riesgo de accidente cerebrovascular y otros detalles médicos, como el riesgo de hemorragia.
Fuente: univadis