Primeras colonias
Compañías y colonias
La compañía de Virginia fue una empresa que gozaba de ciertos privilegios en la tradición de organizaciones comerciales que habían proporcionado los vehículos para las aventuras comerciales en ultramar a lo largo de la época isabelina. Hacia 1600, esta forma de organización comercial estaba bien establecida, y tomó dos formas básicas. Una fue la de las compañías reguladas, que constaba de comerciantes que comerciaban individualmente, pero que operaban según las reglas de una compañía regulada; la otra fue la de las compañías de sociedad anónima, que vendían acciones y organizaban el comercio a través de un sindicato dirigido por los directores de la compañía y manejado por sus oficiales.
Las sociedades anónimas fueron particularmente importantes en el comercio de larga distancia, que requería relativamente grandes cantidades de capital, y que había tenido un papel importante en el desarrollo del comercio con Rusia (a través de la Compañía Moscovita, fundada en 1553), con el Mediterráneo y Turquía (la Compañía del Levante, fundada en 1581), y con el Lejano Oriente (la Compañía de la India Oriental, fundada en 1600). Pero estas sociedades anónimas habían sido usadas también para financiar viajes piráticos, y, uniendo su búsqueda de beneficio con el esfuerzo de guerra de la nación, crearon una técnica que combinaba la búsqueda del beneficio privado con los propósitos de la política real. Así, cuando los comerciantes e inversionistas se interesaron en las aventuras de la colonización, tuvieron a su disposición una institución que fue una conocida y experimentada manera de promover el comercio de larga distancia del tipo que se suponía proporcionaban las colonias. Ello iba a dar a la colonización inglesa un carácter marcadamente comercial y, como la sociedad anónima fue un agente de la Corona autogobernado y autofinanciado, su empleo en las empresas de colonización fue también el de fomentar una forma de gobierno colonial en la que el Estado inglés tenía solo un papel menor.
Dos distintos grupos de promotores se unieron para formar la Compañía de Virginia, representando una aventura conjunta que, aunque formada por rivales, pudo proclamar que era un proyecto nacional. Un grupo era principalmente del oeste rural, donde los lazos con las pesquerías americanas, el comercio de pieles y el comercio del sasafrás, animaron a los comerciantes y a la pequeña aristocracia a mirar la costa noreste de América como un lugar para colonizar. Este grupo incluía a parientes y amigos de la familia de sir Humphrey Gilbert, de Devonshire y otras influyentes figuras políticas como sir Ferdinando Gorges, gobernador de Plymouth. El otro grupo, encabezado por Richard Hakluyt, era de Londres, y usó los antiguos planes de Raleigh para una colonia en Virginia, en el área de la bahía de Chesapeake. Aunque eran rivales, los dos grupos se unieron para pedir una concesión real de tierra en América, habiendo conseguido esta carta en abril de 1606, procedieron a organizar y enviar dos expediciones diferentes a cruzar el Atlántico. La rama de Londres de la Compañía de Virginia fue autorizada a colonizar un área al sur de la actual Nueva York, mientras el grupo de Plymouth lo era hacia el norte de la misma región; ambas expediciones iban a estar bajo un Consejo de Virginia, con base en Inglaterra; la intención era crear consejos subordinados para organizar las colonias conforme se fueran estableciendo.
Cuando el grupo londinense envió sus primeros barcos, con 144 hombres y muchachos, éstos fueron a la región que Raleigh por primera vez concibiera como “Virginia”. En abril de 1607, los 105 sobrevivientes del viaje desembarcaron en el área de la bahía de Chesapeake y fundaron Jamestown. La Compañía de Plymouth envió su expedición de unos 120 hombres al río Sagadahoc (en el actual Maine), fundando una colonia. En ambos casos, los grupos enviados estaban compuestos por los empleados de las compañías y no por colonos, y no incluían mujeres, lo cual reflejaba la preocupación de sus promotores de establecer factorías en vez de plantar sociedades inglesas en miniatura. De las dos poblaciones, sólo una sobrevivió. El grupo del norte pronto comenzó a disputar entre sí, de modo que en 1609 todos habían regresado a Inglaterra. El grupo de Jamestown, también pasó un tiempo difícil, pues sus miembros estaban mal preparados para su trabajo. Sólo 38, de los primeros colonos permanecían aún vivos al final de 1607, y la llegada de nuevos grupos de inmigrantes en 1608 y 1609 apenas logró mantener la colonia en pie. Sobre estas débiles bases fueron construidas las primeras colonias inglesas.
La Compañía logró en 1619 introducir unas reformas, junto con la introducción del tabaco de Trinidad, tuvieron un papel esencial en la conversión de Virginia en una colonia viable. Después de 1614, la Compañía había empezado a permitir a los colonos trabajar su propia tierra, y en 1619 extendió esta política de concesiones de tierra a los grupos de inversionistas, a los que fueron otorgados grandes terrenos para explotarlos en su beneficio. Los sirvientes sometidos a contratos iban a tener tierra luego de un período de servicio debido a la Compañía (de cuatro a siete años), también el régimen político fue alterado, reemplazando la ley marcial por un estatuto que daba a los colonos libertades comparables a las que ofrecía la ley inglesa y la oportunidad de participar de su propio gobierno.
Estas medidas ayudaron a consolidar la colonia. Con el acceso a la posesión privada de la tierra, las oportunidades de explotar un mercado europeo para el tabaco atrajeron a los inversionistas y pobladores, y extendieron la colonización más allá de su estrecha base en Jamestown, a lo largo de las riberas de los ríos James y York. La autorización para plantaciones privadas, efectivamente dirigidas por sus propias compañías subsidiarias, fomentó el desarrollo de una serie de microcolonias autónomas, llamadas hundreds, que dispersaron la colonización sobre un área cada vez más amplia. Los principios del boom tabaquero condujeron a una disputa por la tierra y el beneficio, reforzada por el individualismo de los colonos, que prefirieron establecer sus propias granjas y fincas en vez de participar en la vida de un pueblo o de una aldea. Formalmente, Jamestowm siguió siendo el centro político de la colonia y fue su único puerto legal, pero no llegó a ser una ciudad comercial hecha y derecha. El comercio del tabaco tendía a ser conducido con las plantaciones ribereñas, y a pesar de los esfuerzos oficiales por fundar pueblos, había poca semejanza con una urbanización real en los primeros tiempos de Virginia.
Estaba claro que la Compañía de Virginia no había logrado fundar una “nación inglesa” y mucho menos una utopía americana. En 1618, la población era de alrededor de 1000 personas; para 1624, era sólo de cercad de 1500 a pesar de la inmigración de una 3500 a 4000 personas en los años que mediaron entre esas dos fechas. Algunos de los inmigrantes habían vuelto a casa, pero la gran mayoría murió en Virginia, de desnutrición y enfermedades. A mediados de los años de 1620, quedaban pocos de los líderes originales de la comunidad, y como el poder pasaba cada vez con mayor frecuencia a los más duros y despiadados de los plantadores, los directores de la Compañía de Virginia encontraron más difícil afirmar su autoridad desde Londres. Incapaces de llegar a un acuerdo sobre una política coherente, se enconaron entre sí de tal forma que, tras una investigación real de sus asuntos, la Compañía de Virginia fue disuelta en 1624, y el gobierno de la colonia asumido por la Corona. Por primera vez, fue obligado un gobierno inglés a aceptar la responsabilidad directa de gobernar una colonia americana.
Próxima entrega: Colonización en Nueva Inglaterra