LA I GUERRA MUNDIAL – Aporte desde la geopolítica

Tomando como punto de partida las Revoluciones Francesa, Norteamericana e industrial inglesa, observamos a Inglaterra y Francia como primeros estados nacionales industriales, protagonista del siglo XIX. Con categoría de potencia en el correr del siglo se incorporan Alemania, Italia y finalmente Japón.

En la apertura del siglo XX la potencia emergente son los Estados Unidos, puntualizándose como acontecimientos significativos su industrialización a partir de 1870 y en 1898 su guerra con España por Cuba y las Filipinas. Alexis de Tocqueville en 1835, Michel Chevalier en 1836, Ratzel en 1870 y Harold Mackinder en su conferencia de 1904, con una visión de conjunto de la historia y observando los Estados naciones más complejos, dinámicos y orgánicos nos develan un proceso histórico cuya característica saliente es el encumbramiento de dos estados continentales: Estados Unidos y Rusia. Uno constituirá un nuevo “heartland” marítimo y aéreo (Estados Unidos) en la periferia y otro terrestre (Rusia).

El Siglo XX es el las guerras mundiales. Su segunda mitad está marcado por la “diarquía mundial” de los dos estados continentales mencionados, cerrándose este ciclo con la caída del comunismo en 1989. De aquí en más se produce una gran interrogante sobre la visón de conjunto del mundo, principalmente en los planos en cuanto políticos, ideológicos y filosóficos.

En el plano ideológico filosófico vemos como el judeo-cristianismo le dio a la cultura europea una fuerte base de sustento, un conjunto de doctrinas y creencias de enorme coherencia. La Europa uniforme de la cristiandad sufre la ruptura de la guerra religiosa. La Iglesia es incapaz de absorber las propuestas filosóficas de la Ilustración: el avance de un racionalismo deísta.

El progreso de las ciencias, el desarrollo industrial y comercial, el surgimiento de una nueva sociedad industrial, el sostenido crecimiento económico, la organicicidad de los estados pautan el acontecer histórico y nos presenta a partir de la postguerra de 1918, tres opuestos básicos: Democracia Liberal, Comunismo y fascismo-nazismo.

Ratzel

Hacia el último tercio del siglo XIX, Ratzel de origen alemán y profesión antropólogo permanece un año en Estados Unidos y ve un “boom” industrial con un fuerte desarrollo de los ferrocarriles y con la denominación de antropografía, dimensiona con precisión la importancia de la relación del hombre con los grandes espacios. Su publicación “La ley de los espacios crecientes” da una clara explicación al fenómeno: de los espacios mínimos en expansión de la revolución agraria se pasa a la concentración de las ciudades. Se estructuran sociedades más amplias y se inicia la conquista de otras ciudades. Los imperios conforman grandes espacios unificados en la diversidad. Con las naciones industrializadas los grandes espacios están  interconectados y los imperios son más orgánicos.

Iniciador de la geopolítica alemana, sufrió la crítica de Lucien Febre y Lablanche como inspirador de la teoría del espacio vital, cuando en realidad personalidades como Gobineau y H. Chamberlain son los precursores de la superioridad de la raza y de una visión darwinista de la evolución de la raza humana. Partidario de la unidad europea ante la necesidad de pegar el salto hacia un estado continental.

En el plano económico, Federico List corrobora el acierto de Ratzel. De origen alemán, experto en ferrocarriles formado en los EEUU, en su libro “Sistema Nacional de Economía Política” de 1841 predice la transformación de Norteamérica como la primera potencia naval y comercial. Los estados nación industrial tienen una hegemonía de un siglo, puesto que se produce el salto hacia los estados continentales.

Esta coherencia de Ratzel es percibida por la Generación del 900, punto de partida para integrar Latinoamérica.

Su libro “La Geografía Política” señala con precisión la importancia del estado como la última instancia para resolver los conflictos de la sociedad. La Revolución Agraria genera los primeros imperios coloniales, mayormente democráticos y en donde no existe el principio de división del trabajo. El movimiento, la velocidad significa poder. Se produce una evolución de los imperios y al mismo tiempo su complejidad: gran movilidad de la sociedad industrial y la necesidad de su especialización.

Inicio del siglo XX

En el inicio del siglo XX, es un mundo eurocentrista con una Alemania que supera en poder económico a Inglaterra pero no cumple un rol protagónico. Ante la desaceleración del crecimiento francés, Alemania incrementa su ritmo de desarrollo industrial y poblacional, pero los ingleses con manifiesta supremacía marítima alcanzan los 20 millones de kilómetros cuadrados de posesiones. Del otro lado del océano, en la periferia y luego de la primera guerra de la sociedad industrial (la Guerra de Secesión 1860-1864), Estados Unidos a partir de 1870 impulsa su despegue industrial. En 1900, el mencionado país es ya el poder máximo mundial, se han cumplido las previsiones de Ratzel. Suficiente con observar algunos datos estadísticos de la economía: hacia 1880 Inglaterra tenía un índice “per cápita” del PBI nacional de 87 contra 38 de los Estados Unidos, en 1900 100 contra 69 y en 1913 la supera con un índice de 124 contra 115 de los ingleses.

En ese entonces, ya tiene sus estrategas geopolíticos de dimensión mundial como Manfred Mahan quien da a conocer la importancia del dominio del mar e integra el círculo del presidente Teodoro Roosevelt (1901-1908). La mirada se extiende a través del Pacífico hacia Japón y China, ven la necesidad del control sobre las Antillas, Puerto Rico, y la necesidad de un canal interoceánico. 1898 la guerra con España y la posesión de Cuba y Filipinas, el acceso a Hawai. La influencia de las teorías de Mahan se extienden a  Alemania, la cual inicia el desarrollo de su flota naval. En 1900 Inglaterra tiene la primer flota, la sigue Alemania y los Estados Unidos en tercer lugar.

La otra potencia, Rusia, en 1917 con la revolución enmarcada en una nueva concepción filosófica de la historia de corte universal, inicia su despegue según las premoniciones de Tocqueville, Chevalier, Ratzel y Mackinder.

Primera Guerra Mundial

Es la finalización del eurocentrismo, una guerra que comienza europea y termina siendo mundial. Existe un cambio entre las proporciones del poder de las grandes potencias. El caso alemán constituye el núcleo central del conflicto. Inglaterra recela de su expansión en el mar, por otro lado el acercamiento ruso-francés ante la amenaza alemana.

Alemania había dejado la vía estratégica de Bismark y con el Káiser Guillermo II, admirador de Mahan desarrolla una política imperial. Las potencias centrales se alinean con una alianza. El Imperio             Austro-Húngaro a través del heredero al trono Francisco Fernando pretende ampliar la monarquía con eslavos de los Balcanes. En Sarajevo es asesinado por un bosnio, cuyo móvil tiene un origen en Serbia y se desencadena la guerra. Los Balcanes son el vértice hacia el interior de pueblos eslavos y árabes, población de religión ortodoxa griega, católica romana y musulmán. La vecindad del decadente Imperio Otomano y los intereses de Rusia Zarista, a la que se agrega la política de Austria Hungría, hacia el exterior.

Serbia, la mayor potencia rival turca recibe el ultimátum Austro-Húngaro. Su rechazo provoca una sucesión de hechos diplomáticos y finalmente militares. El apoyo de Alemania, un intento de mediación de Inglaterra para evitar la guerra se ve frustrado por la invasión de Alemania a Bélgica. El Ministro francés Delcassé ha logrado el entendimiento con Rusia cuyo antecedente cercano de la guerra ruso-japonés había producido un alejamiento entre ellas. Delcassé conviene con Inglaterra su influencia sobre Egipto y reserva Marruecos para la propia y logra que en 1907 se firme el “entente cordial” entre Francia, Inglaterra y Rusia.

Alemania según el plan Slieffen, inicia su ofensiva sobre Francia en 1914, Rusia penetra sobre los Balcanes y su rápida movilización en el frente oriental obliga a Alemania a enfrentarla, la cual vence en la batalla de Tannenberg y de hecho se produce una estabilización en los dos frentes. Una guerra de movimientos se transforma en estática, con la espantosa singularidad de una mortífera guerra de trincheras y batallas destructivas (fines de 1914, 15, 16, 17).

Rathenau, judío alemán industrial diseña un modelo de economía de guerra. Postula una economía planificada y dirigida desde el estado, una administración segura de los recursos y para Alemania, principalmente, la invención de materia prima artificial para palear sus problemas de abastecimiento desde el mar. La economía de guerra, marca el apogeo fascista-nazista, este modelo anti-liberal será recogido por la revolución rusa.

El ingreso turco a la contienda, corta el abastecimiento a Rusia y obliga a Churchil una desastrosa operación en Galípoli (Dardanelos) en donde participan australianos y neozelandeses y afianzan su identidad con esta gesta bélica.

El otro elemento destacable es el empleo del submarino que revoluciona la guerra en el mar. La supremacía naval inglesa es contrarrestada por el empleo de esta arma desarrollada por Alemania. La declaración de guerra irrestricta declarada por esta potencia que incluye navíos mercantes neutrales (150 submarinos alemanes logra hundir una quinta parte de la flota mercante mundial). Estos acontecimientos deciden la entrada, hacia 1917, de los Estados Unidos en la conflagración y acelera su desenlace.

En octubre de 1917, Lenin encabeza la revolución bolchevique y define prontamente el carácter internacional de la misma. La sociedad industrial ha creado un proletariado, organizado en la internacional socialista. Lenin convence hacia el interior (Plejanov sostiene la inviabilidad de la revolución socialista en una Rusia no industrializada) argumentando la inminencia revolucionaria de la Europa central, y dice usar los medios del capitalismo para el logro del estado socialista.

Otro acontecimiento bélico saliente es el empleo del tanque como medio ofensivo. Es un invento inglés y Alemania con un uso menor intenta definir el conflicto antes de la llegada norteamericana. La Segunda Batalla del Marne con el uso del tanque señala la supremacía de Inglaterra, Francia y EEUU.

Alemania pide la paz, el Káiser abdica y en enero de 1919 con Ebert en el gobierno nace la República en Alemania.

Consecuencias de la I Guerra Mundial

Nuevo escenario

Con el final de la guerra se produce el derrumbe de las antiguas grandes monarquías: Rusia, Austria-Hungría, Prusia y el Imperio Otomano. Al Tratado de Versalles le suceden una serie que atienden las diferentes naciones y situaciones. Con el esfuerzo de su líder Kemal Ataturk surge Turquía (Lausana 1922); en el Medio Oriente se forman Irak, Siria, Líbano, Palestina, Kuwait, Transjordania. La nueva Sociedad de Naciones, crea, previo a la independencia, los Mandatos.

El nuevo escenario de la paz se conforma con el Presidente Wilson y sus 14 puntos. La pérdida de las elecciones del partido demócrata permite el rechazo de Versalles y un regreso del aislacionismo de la potencia principal acreedora e Europa.

En Europa surgen nuevos estados: Austria, Hungría, Yugoeslavia, Polonia, Checoslovaquia. Se amplía Rumania, Alemania pierde Alsacia y Lorena y el corredor de Danzig. Rusia recupera territorios perdidos en el Tratado de Brest-Litovk con Alemania.

El nuevo orden muestra la desaparición de las dinastías de orden agrario y el avance de la nación industrial y marca el inicio de la revolución marxista leninista y la proyección de la futura diarquía (URSS-EEUU).

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