Las grullas

“ Vuelan y vuelan en el alto cielo,
vuelan sin descanso  hasta el anochecer,
en su ordenada formación  se observa 
un pequeño hueco.
¡ Tal vez sea el lugar reservado para mi!
Rasul Gamzatov.
Poeta ruso
 
La retórica es una disciplina que proporciona las herramientas y
técnicas para expresarse de la mejor manera posible otorgándole
al discurso belleza y persuasión. Una pregunta retórica es una
interrogación que no necesita respuesta, pues está implícita en ella.
El eje filosófico de Las Grullas es la que se hace a si mismo el poeta, buscando
un espacio en la ordenada formación de las aves.
Invitamos a nuestros eventuales lectores a escuchar el audio que
incluimos, antes de la lectura del texto. La terrible belleza del poema, aunque 
parezca contradictorio, y su música, nos inclina a pensar que el juglar carga
su verso con una ironía lacerante cuando busca en un hueco de un espacio
infinito y desconocido, su eterna trascendencia.
Y la trascendencia, lease vida eterna, para millones de seres
parece estar en el cielo. Con los ritos apropiados todos ellos
ingresarán al Paraíso que, afortunadamente, ha clausurado
el Purgatorio, incómodo peaje donde las almas perdían
en la penosa espera, unos cuantos milenios.
El asunto es el transporte hacia el Empíreo. 
Sin duda podemos de catalogarlo mínimamente como sideral
 o estratosférico.
Pero su calificación técnica es Ascensión.
El único registro del fenómeno, oficialmente reconocido
por la Iglesia, es el de María, cuya aparición, invención o
imposición, ocurre en el concilio de Efeso en el año 431.
En los tres primeros siglos del Cristianismo la devoción
por la madre de Cristo es inexistente.
Los méritos de María para acceder a tal extraordinaria 
condición se fundamentan en cuatro dogmas.
El dogma es una verdad de fe revelada, y por lo tanto,
inmutable e indiscutible.
El primer dogma es la virginidad de María.
Concibió a su hijo por gracia divina.
El segundo es el que la proclama Madre de Dios.
El tercero establece que María concibió  sin mácula,
es decir estaba libre del pecado original con el
que nacen todos los demás mortales.
El cuarto y último dogma es la Asunción de María
al cielo, en cuerpo y alma.
Cuando se transita la octava década resulta difícil 
mirar el cielo y concluir que el lugar más lejano
al que llegaremos  se encuentra apenas a  un
par de metros por debajo de nuestros pies.
Y como en Uruguay no existen las grullas  y las
garzas en una lejana laguna, lo mejor será
regresar por donde vinimos antes que 
la angustia existencial que definía Kierkegaard
nos alcance.
“ El hombre es ese ser que se angustia. 
Y es más profundamente hombre cuánto
más profundamente se angustia.  La
experiencia de la angustia es la experiencia 
de la nada.
Y la experiencia de la nada es la  experiencia
de la muerte”
Sorensen Kierkegaard
Filósofo danés.
1813-1855

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