TODOS TENEMOS UN PACK- CHOI un cuento de Elbio Firpo

El Pack-Choi- o col china- es una amable verdura cuyo tamaño no excede la palma de una mano. Sabrosa, tierna y de un delicado color verde, tiene un cúmulo de propiedades benéficas como el ácido folico, vitaminas Cy E, y mucho beta caroteno. MI cuñado, hermano menor de mi esposa, los cultiva con empeño amoroso en una huerta artesanal en el techo de su casa. Es probable que los elogios familiares, a quienes proveía ocasionalmente del simpático vegetal, incentivaran su ánimo iniciando una puntual distribución que duró mucho tiempo. Al menos lo suficiente para que yo llegara a odiar la planteja que, con el correr de los años , llegó a devenir en un arbusto verde oscuro de un tamaño que, lejos de caber en una mano, el portero de nuestro edificio lo transportaba de brazos abiertos directamente al garage. 
No imaginé que en el ocaso lo incorporaría involuntariamente a mi propio y limitado lenguaje intelectual. 
La Real Academia define la analogía “como una forma de comparación en la que se establece una relación de semejanza entre dos cosas distintas”. 
Desde otro punto de vista podría considerarse una manera de ocultar la verdad sin incurrir en la mentira. Advertí que el uso de la analogía constituye lo que la caparazón a la tortuga. Entonces hablamos analógicamente confiando en que el otro entienda nuestro pensamiento. Cosa que naturalmente no ocurre.
Mi Pack-Choi ha crecido lentamente. Primero como aquellas plantitas frescas pero teñidas tempranamente de un hálito de tristeza. Pequeñas tristezas infantiles de corta duración que algún día se harán permanentes. Aceptar ese cambio no es derrotismo, es lógica. Sospechemos de la sonrisa beatifica de un anciano de ochenta años. 
Las ausencias son luces que se apagan y nuestro imaginario Pack-Choi ingresa en su penumbra. Pero claro, uno no anda por el mundo diciendo que hoy su Pack-Choi está deprimido. De hecho lo oculta. Aún a los más cercanos, hijos o hermanos cuyas respuestas puede imaginar sin mucho esfuerzo. También podría apelar a la sicologia argumentando que siendo el hijo del medio se sintió fuertemente desplazado y que los brazos de su abuelo ,recientemente enviudado , fueron el cariñoso sucedáneo.
Lejos siquiera mencionar el Bullying sufrido en la escuela primaria o en el liceo. 
Ante la inutilidad de mis esfuerzos por demostrar que no soy el que creen , he decidido, hace ya bastante tiempo, ceñir mi conducta a uno de los célebres pensamientos de nuestro máximo maestro : “ Nuestros complejos son la fuente de nuestra debilidad; pero con frecuencia son también la fuente de nuestra fuerza”
Sigmund Freud.
Y estoy en eso.

Elbio Firpo
Mayo 29 de 2023




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