Vivir de vos -Columna de Claudio Paolillo (2016)

Es 2010 y está comenzando marzo. José Mujica acaba de asumir la Presidencia de la República y los frenteamplistas están de fiesta. Tan contentos están que organizan un festejo musical en la Plaza Independencia. Las canciones de Eduardo Larbanois y Mario Carrero son uno de los platos fuertes de la noche. Allí van dejando varias de sus mejores interpretaciones para celebrar un nuevo triunfo del Frente Amplio y deleitar a miles de militantes que enarbolan cientos de banderas de Otorgués. Cantan, por ejemplo, “Ocho letras” y trinan contra “el féretro sucio de la injusticia”.

Antes, durante la campaña electoral, el famoso dúo había recorrido el Uruguay para amenizar los actos políticos de la fórmula Mujica-Astori. El 22 de octubre los acordes de sus guitarras sonaron en Florida. Allí entonaron “Ay, quién pudiera”, un homenaje a la “patria” en el que ofrecen brindar su “sangre”, “morir en vos” y “vivir en vos”.

El 27 de noviembre de 2014, antes del ballotage que volvería a colocar a Tabaré Vázquez en la Presidencia, Larbanois y Carrero participaron, entusiastas, en el acto de cierre de campaña del Frente Amplio. Cantaron y cantaron ante la masa frenteamplista. Y, entre otros temas, entusiasmaron a los que todavía creen en la utopía con su archiconocido “Zumba que zumba; esa canción en la que dicen: “Cuando me pongo a cantar no pido permiso a nadie, que eso de pedir permiso es cuando el hombre es cobarde”. Y también dicen: “Soy palo que no me cimbro, barco que no me volteo; cuando a mí me da la gana toco el cielo que no veo”.

Y así, desde el 2004 y aun antes, el popular dúo ha estado en muchos actos frenteamplistas dejando en evidencia su fervorosa preferencia por ese partido político y, en particular, últimamente, por la lista 609. La del MPP; la de Mujica. En los actos de la 609, supongo que no por casualidad, interpretan “A Don José”.

No sé si la cantaron en algún acto frenteamplista, pero en “Conclusiones”, el binomio Larbanois-Carrero asegura que no se “banca más este sistema”, pues “a pesar de tanto y tanto palabrerío, ninguna copla resuelve el frío”. Y porque “si un niño crece entre la basura ya está en derrumbe toda la ternura”. Por eso, dice Larbanois-Carrero, “hay que afilar bien la dentadura, ponerle un pare a toda esta locura y arrancar a morder por la cultura”. Hay que hacerlo “con alegría” y “con calentura”, puesto que “si un pueblo quiere ir para adelante tiene que arrear con los traficantes de cuentos, merca o hipocresía”, dado que “el bienestar no se anida en mercancía”. Y en “Santa Marta”, otro éxito, alerta que
“si el diablo gobierna hay que tener cuidado,
la cultura nunca puede estar de lado,
no todo está en venta, no todo es mercado,
árbol sin raíces no aguanta parado
ningún temporal”.

Desde hace cuatro décadas, Larbanois y Carrero integran uno de los dúos más populares del Uruguay. Son buenos con la guitarra y con el canto. Cantaron cuando las papas quemaban en la dictadura. Y la gente se lo reconoce.

Es difícil actuar en escenarios durante 40 años y mantenerse en el candelero. Muy pocos lo consiguen; entre ellos, Larbanois y Carrero.

Eso sí: es más fácil si todos los uruguayos los subsidian con los impuestos que pagan. Todos los uruguayos; los que votan al Frente Amplio y los que no.

Según un informe del Ministerio de Turismo entregado al diputado colorado Adrián Peña y difundido el jueves 5 por Búsqueda, únicamente esa Secretaría de Estado les pagó entre 2005 y 2014 (primer y segundo gobiernos frenteamplistas), 9.400.000 pesos (unos 400.000 dólares) por contratos artísticos. Hasta ahora se desconoce si también fueron contratados por otras reparticiones del Estado, pero solo con el Ministerio de Turismo cobraron, cada mes, la nada despreciable suma de $ 78.500 durante toda la década. No está mal.

¿O sí está mal? Los artistas (como cualquier ciudadano) tienen todo el derecho de tener sus preferencias político-partidarias y expresarlas como se les dé la gana. Pero entonces no nos comamos más la pastilla de que van a “militar” a los actos frenteamplistas. En todo caso, se trata de una militancia interesada, porque luego serán remunerados por los “servicios artístico-políticos” prestados para “La Causa”.

¿No ven, Larbanois y Carrero, algún conflicto de interés en este asunto? ¿Cómo se traga eso de cantar contra “el féretro sucio de la injusticia”, de proclamar que no “bancan más este sistema”, de admitir que “ninguna copla resuelve el frío”, de protestar por “los niños que crecen entre la basura”, de llamar a extirpar a “los traficantes de cuentos, merca o hipocresía” y de advertir que “el bienestar no se anida en mercancía”, mientras cobran sin inmutarse un salario público muy superior al promedio de los trabajadores y, ni qué hablar, infinitamente mayor que lo que entra en las casas de los miles de niños que siguen creciendo “entre la basura”? ¿Así que “no todo está en venta”, “no todo es mercado” y “hay que tener cuidado” porque “el diablo gobierna”? ¿De qué tiene que tener cuidado Larbanois-Carrero? ¿De que el Frente Amplio algún día abandone el gobierno?

El Ministerio de Turismo pagó contratos artísticos en esa década por $ 83.429.800; el 11,25% del total fue para Larbanois y Carrero. Pero también fueron favorecidos, entre muchos otros, Numa Moraes, Braulio López, Pepe Guerra, Rubén Rada, Daniel Viglietti, Jorge Drexler y Washington Carrasco, todos notorios simpatizantes frenteamplistas, así como Agarrate Catalina (en un tiempo, la murga “de Mujica”) y Diablos Verdes (la murga “de Vázquez”). Estos otros siete cantantes y esos dos conjuntos llevaron $ 13.238.997 (15,8%).

Después de conocer los datos del Ministerio de Turismo, el diputado Peña resaltó que a Larbanois y Carrero “se les pagó mucho dinero” y dijo que le “choca haberlos visto en un spot de la campaña del Frente Amplio”. Él cree que no podrá demostrar la relación entre la filiación política de los artistas y el dinero pagado por los gobiernos frenteamplistas, pero advirtió que “hay una línea delgada entre las dos cosas”.

En 2015, la directora general de Secretaría del Ministerio de Turismo, Hyara Rodríguez, admitió que debido a las denuncias de “favoritismo” por las contrataciones, sugirió a la ministra Liliam Kechichian abandonar esa práctica. La ministra estuvo de acuerdo. “Al final me daba la impresión de que se estaba tomando al Ministerio como una agencia de colocaciones con reproches de por qué a mí sí y al otro no”.

En el tema “Ay, quién pudiera”, el popular dúo ofrece su “sangre” a la “patria” y manifiesta su deseo de “vivir en vos” (en la patria). No hay por qué dudar del amor que sienten por el Uruguay los dos muy buenos cantantes. Pero de “vivir en vos” a “vivir de vos” hay solo un paso.

¡Quién pudiera!, ¿no?

Fuente: https://www.busqueda.com.uy/nota/vivir-de-vos

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