CRISTIANDAD INDIANA (1492 – 1502) – La mezcla de sangre (6ta. entrega)

El mestizaje es el resultado de un proceso de cruzamiento entre el europeo mediterráneo y el americano precolombino. Se configura un tipo humano de reconocidas capacidades para la realización del trabajo. Debe esperar el paso de siglos para ser reconocido y valorado.

El cruzamiento de sangre es un proceso natural imbricado en la vorágine de la conquista. Sin embargo no está exento de la contingencia depredadora: mujeres y muchachas adjudicadas como botín de guerra, sirvientas indias que amanceban con sus patrones, cesiones de los caciques¡ a sus conquistadores, por citar algunos ejemplos. Tampoco hay rechazo mutuo o escrúpulos raciales. Con el paso del tiempo aparece el “castizo” producto de la unión entre un blanco y una mestiza; o el “español” de tercera generación producto de la unión entre un blanco y una castiza. En el sentido inverso, el mestizo que no accede a la unión con una blanca y en su relación con una india genera un vástago que recompone –en su sangre-, el origen indígena.

La unión se extiende entre españoles y africanos creando al “mulato”; y aunque los gobiernos intenta aislar a los indios de los negros, su cruzamiento da origen al “zambo”.

¿Cuál es la dimensión de tales fenómenos? ¿hasta qué punto ejercen su influencia en el destino de la América Hispánica? Hacia el fin de la era colonial ya constituyen los grupos mestizos un 24 por 100 en México, América Central y las Antillas; guarismo que sube al 30 por 100 de la población total en América del Sur. Varios autores señalan a Ángel Rosenblat como un serio investigador sobre la población de América. A partir de la “Geografía” de López Velasco y otras fuentes concluye que hacia 1570 vivían 130.000 blancos; 260.000 negros, mestizos y mulatos y 9.827.150 indios. Ochenta años más tarde, hacia 1650, con información que permite separar mestizos, negros y mulatos, nos permite apreciarla presencia de 729.000 blancos, 835.000 negros, 401.000 mestizos, 269.000 mulatos y 9.175.000 indios. Cambiando la fuente principal de información, Rosenblat se apoya en los datos estadísticos proporcionados por Alexander von Humbolt estimando para el año se 1825 las siguientes cifras: 4.349.000 blancos, 4.188.000 negros, 6.252.000 mestizos y mulatos, y 6.211.302 indios.

La disminución de la cantidad de población india parece estabilizarse de acuerdo a los datos anteriores por lo que se hace necesario precisar que su pronunciada disminución se produce durante las primeras décadas a partir del descubrimiento. Varios factores se señalan: las guerras de conquista; el traslado masivo de los indios a los trabajos en las minas y en la agricultura separados de su familia; el cansancio físico y la desnutrición; la mortandad infantil por la separación de la madre en edad temprana. El factor principal lo constituye lo que se ha llamado como “la falta de inmunidad a las infecciones”, verdadero azote que se traduce en enfermedades como la gripe, neumonía, epidemias de viruela, producida por los agentes patógenos traído por el europeo. “Los 25 millones de indis del México de Monctezuma ya no eran más que 2,65 millones en la Nueva España de 1568; el Perú de Atahualpa estaba poblado de 9 millones de seres humanos en 1532, pero ellos no subsisten más que 1,3 millones en 1570. Y ese desplome proseguirá durante varias generaciones”. (Carmen Bernard y otros).

Dos son pues los factores para enfatizar en este caso: el aumento sostenido del mestizaje y la marcada disminución de la población indígena.

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