Tengo en el Salto Oriental dos primos, hoy hombres ya, que a sus doce años, y a consecuencia de profundas lecturas de Julio Verne, dieron en la rica empresa de abandonar su casa para ir a vivir al monte. Este queda a dos leguas de la ciudad. Allí vivirían primitivamente […]
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Si salía, encerraba a los gatos. Los buscaba, debajo de los muebles, en la ondulación de los cortinajes, detrás de los libros, y los llevaba en brazos, uno a uno, a su dormitorio. Allí se acomodaban sobre el sofá de felpa raída, hasta su regreso. Eran cuatro, cinco, seis, según […]
Dos exploradores lograron refugiarse en una cabaña abandonada, después de haber vivido tres angustiosos días extraviados en la nieve. Al cabo de otros tres días, uno de ellos murió. El sobreviviente excavó una fosa en la nieve, a unos cien metros de la cabaña, y sepultó el cadáver. Al día […]
La casita del guardaagujas está junto a la línea férrea, al pie de una montaña tan empinada que sólo algunos árboles especiales pueden escalonar a gatas, aferrándose con sus raíces afiladas, agarrándose a los terrones hasta llegar a la cumbre. La casita de madera desvencijada a causa del estremecimiento constante […]
Habían internado a Funes, La noticia me la dio el viejo Anselmo, el erudito y amable fantasma del Museo Aeronáutico en una breve llamada telefónica. Está en el Vilardebó – me explicó –dicen que está loco. Recordé a Funes en mi primer año en la Escuela caminando con el paracaídas […]
Endre Ernö Friedmann, nombre real de Robert Capa, nació en Budapest, Hungría, el 22 de octubre de 1913.Fue sin duda el más famoso de todos los corresponsales gráficos de guerra durante todo el siglo XX. Su madre era madre era diseñadora de moda y su padre un pensador intelectual, tras […]
Amilcar Bazzano , profesor retirado de filosofía, vive en un viejo edificio de apartamentos de la Avenida Uruguay muy cerca de Tristán Narvaja. El paso del tiempo ha castigado al inmueble que, no obstante, mantiene un señorío arquitectónico que recuerda tiempos mejores. La gran puerta de hierro forjado y vidrio, […]
Ella era gorda, baja, pecosa y de pelo excesivamente crespo, medio amarillento. Tenía un busto enorme, mientras que todas nosotras todavía eramos chatas. Como si no fuese suficiente, por encima del pecho se llenaba de caramelos los dos bolsillos de la blusa. Pero poseía lo que a cualquier niña devoradora […]
Fue cerca del camposanto cuando sentí removerse dentro de la caja al pobre Bieito. (De los cuatro portadores del ataúd yo era uno). ¿Lo sentí o fue aprensión mía? Entonces no podría asegurarlo. ¡Fue un rebullir tan suave!… Como la tenaz carcoma que roe, roe en la noche, roe desde […]