Esperé a ver la puesta de sol, a oír cascabeles en las estrellas. Entonces hice despegar el monoplano con un leve remolino en la inmensidad del Sáhara. En el retrovisor la arena anegaba a la serpiente amarilla y, a mi lado, en el asiento del copiloto, estaba la caja tal […]
Los mejores cuentos clásicos
No sabría deciros por qué, de tantos recuerdos, justo me viene éste, de jugar a indios y vaqueros, de él haciendo de indio con mucho respeto y seriedad y muriendo abatido por mis tiros y los del primo Toni y del Babas, el compañero de pupitre. No sé por qué […]
—¡He creado un monstruo! —exclamó el doctor Frankenstein, ufano. Había jugado a ser Dios y había ganado. La alegría le duró hasta la mañana siguiente, cuando leyó la crítica: “Se le ven las costuras.”
Mis padres murieron hace más de treinta años pero, aun así, hay noches en que su falta me desconsuela tanto que no consigo dormir. Cuando no aguanto más el insomnio, tomo el teléfono y marco el número de la vieja casa en que me crie. Hasta ahora nunca ha fallado: […]
En las tardes de lluvia extraño a mi Yaya. Nos encerrábamos en su cuarto y su voz suave me arrullaba al ritmo de las gotas. Me contaba tantas historias maravillosas. La del gigantesco pez que creó el mundo con un bostezo, la de los gatos que se comían las sombras, […]
El siguiente en caer dentro de la zanja fue su hermano mayor. Ambos habían estado cenando con el resto de la familia hacía un rato, recordando trastadas de la niñez, y ahora gritaban al unísono con todas sus fuerzas mientras se dejaban las uñas escalando sin éxito la tierra húmeda, […]
Iban a demoler el viejo hospital y citaron a los ciudadanos interesados en reclamar sus antiguos despojos corporales, objeto de observación y estudio durante decenios. Fue la curiosidad lo que me llevó a solicitar la pierna que me amputaron, por encima de la rodilla, cuando aún no había cumplido veinte […]
«Dudo que toda la filosofía de este mundo consiga suprimir la esclavitud; a lo sumo le cambiarán el nombre.» Marguerite Yourcenar. La democracia griega amaba la libertad, pero vivía de sus prisioneros. Los esclavos y las esclavas labraban tierras, abrían caminos, excavaban montañas en busca de plata y de piedras, […]
Al llegar a casa, ella se sienta en su vieja mecedora, y se balancea suavemente. Los cuadros están todos descolgados, las paredes extrañamente desnudas, todos los cajones abiertos, como si alguien los hubiera estado registrando. A la cocina no quiere ni asomarse, pero puede ver, por la puerta abierta, los […]