EL MIEDO NO ES LA FORMA

Es conocido por todos en la elecciones nacionales 2019 se plebiscita una reforma constitucional sobre medidas contra la delincuencia, promocionada por el Senador Larrañaga. El slogan es “Vivir sin miedo”.

No es el objetivo de esta nota tomar partido a favor o en contra, sino realizar algunos comentarios sobre los aspectos sicológicos de la utilización del miedo.

La Real academia Española define miedo como “angustia por un riesgo o daño real o imaginario”…” que anulando las facultades de decisión y raciocinio, impulsa a una persona a cometer un hecho…”.

El miedo es un recurso usado por oficialistas y opositores en campañas político electorales desde que existe la democracia. Se trata – como dice la definición – de una herramienta sicológica que busca “anular” la capacidad de razonamiento y por tanto de decisión de las personas, arrastrándolas como ganado. Así, los líderes manejan las “masas”.

Esto no es nuevo ni sorprende. Lo interesante de esta campaña es la “sin razón” del mundo del revés.

Nótese que los reformistas dicen “sin miedo” aludiendo a que con las medidas de seguridad propuestas habrá menos delincuentes y en consecuencia la gente podrá vivir más tranquila.

Aparecen los opositores a la reforma y enarbolan el slogan “el miedo no es la forma”.  Efectivamente políticos oficialistas, intelectuales, universitarios, periodistas, estudiantes, sindicalistas y grupos de la diversidad de género se unen bajo esa premisa: es inmoral invocar el miedo como recurso para ganar adeptos “anulándolos”. Se organizó un marcha multitudinaria con pancartas “el miedo no es la forma” arengando a no votar la reforma porque el “miedo” no es válido. No hay que «azuzar cucos».

Pero, y aquí viene la cosa, inmediatamente  agregan que si votás la reforma estás volviendo a la dictadura, los militares a la calle, los tanques, la represión, etc. ¿Estarán sembrando el miedo o me parece?  Es inmoral que lo usen los otros, pero no nosotros…

Más sorprendente aún es que los mismos que hacen gárgaras de ética dando clase de moral basan toda su campaña política electoral en el miedo, «azuzando cucos» si llegara a ganar la oposición. Y si no véanse algunos ejemplos:

“ si gana la oposición es el regreso a la incertidumbre…”

“corres el riesgo de perder  lo conquistado…”

“ es la vuelta al neoliberalismo salvaje…”

» ojo que van a ser igual que Macri en Argentina…»

“si gana Fulano (opositor) habrá ajuste fiscal e inevitable enfrentamiento social como en Chile…”.

“Si gana Mengano vuelven los militares…”

“Es ingenuo y peligroso arriesgar perder los derechos…”

Entonces: ¿el miedo no es la forma?

Borran con el codo lo que escriben con la mano. Es aquello de “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago” o “como te digo una cosa, te digo la otra”.

No se si la reforma es buena o mala, hay argumentos jurídicos a favor y en contra. En definitiva cada uno es libre de elegir lo que mejor le parece. Pero de elegirlo razonando y decidiendo por sí mismo.

Lo que sí se es que me gusta pensar. Por lo menos mientras mantenga un par de neuronas en actividad. No puedo ver pasivamente a tanta gente que dice que no quiere a los militares pero está dispuesta a marchar como soldados llevados de las narices por mediocres que usan los mismos argumentos  para un lado o para el otro según su conveniencia.

Pero lamentablemente la gente se está acostumbrando a “marchar”,  a repetir sin pensar y así nos va.

Juan Garat

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *