Al amanecer de este día de 1944, París enloqueció.
La ocupación nazi había terminado.
Los primeros tanques y carros blindados habían entrado unas horas antes:
—¿Son americanos? —preguntaba el gentío.
Pero los nombres de esos tanques y esos blindados, torpemente escritos con pintura blanca, decían: Guadalajara, Ebro, Teruel, Brunete, Madrid, Don Quijote, Durruti…
Los primeros liberadores de París fueron los republicanos españoles.
Vencidos en su tierra, se habían batido por Francia.
Ellos creían que después España sería rescatada.
Se equivocaron.