CLÁSICOS PARA TODA LA VIDA “CIUDADELA” Antoine de Saint-Exupéry

“No confundas el amor con el delirio de la posesión, que causa los peores sufrimientos. Porque, al contrario de lo que suele pensarse, el amor no hace sufrir. Lo que hace sufrir es el instinto de la propiedad, que es lo contrario del amor”.

La posesión mata el amor

En una bellísima página de Ciudadela, Antoine de Saint-Exupéry nos habla de manera simple y directa de cómo el delirio posesivo puede matar el amor. Se trata de una obre inacabada aparecida póstumamente, en la cual el autor, bajo el ropaje de un sabio príncipe del desierto, nos ofrece un diario personal íntimo. Por medio de pensamientos y visiones interiores, el protagonista reflexiona sobre las relaciones humanas, el sentido de la vida, la búsqueda de la divinidad. Y, dentro de tal mezcolanza, el tema del amor ocupa un lugar relevante. Con independencia de sus posibles implicaciones místicas el fragmento elegido invita a distinguir entre amor y posesión. El primero se identifica con el don de uno mismo, con un lazo basado exclusivamente en el altruismo. El segundo, por el contrario, configurándose con un mísero egoísmo, implica afán de dominio, control total del otro. A la gratuidad del darse se le opone la obsesión del poseer. Y aunque los dos extremos a veces se contaminan, es evidente que al considerar al otro como algo que te pertenece, como algo tuyo, no solo mata el amor. Todos los días, por desgracia, en cualquier rincón del mundo, muchas mujeres son asesinadas por hombres que se creen propietarios del cuerpo, e incluso de la vida, de sus esposas y de sus novias. Pero esta brutal violencia no puede confundirse con el amor: es sólo delirio de posesión…

Nuccio Ordine: “Clásicos para la vida”.

 

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