Polonia tiene una superficie de 312.580 Km2. con una población aproximada de 39 millones de habitantes. La mayoría de origen eslavo, hay una minoría de ucranianos, bielorrusos, alemanes y suecos. Aunque Varsovia es su capital, Cracovia (980.000 h.) luce el antecedente histórico de ser por varios siglos que se inician en la Edad Media la capital del poderoso Reino de Polonia cuyos dominios se extendían desde el Mar Báltico al Mar Negro. Patrimonio Cultural por la UNESCO desde 1978 se destaca por albergar 200.000 estudiantes en veinte universidades. Con un catolicismo casi hegemónico en donde San Juan Pablo II representa un todo, su Universidad Maius ostenta el privilegio de haber albergado al teórico heliocéntrico Copérnico. Recorriendo sus calles o en algunos de sus museos se manifiesta un pasado más cercano que indica un rechazo a la presencia nazi y soviética. En el primero, el orgullo de la resistencia llevada a cabo por civiles y principalmente militares (Auschwitz desde 1938 al 42 fue un campo destinado a ellos) y el desengaño que produjo no contar con el apoyo de Inglaterra y Estados Unidos ante su pedido de ayuda. El fin de la II Guerra Mundial significó pasar de una opresión a otra; la presencia hasta 1989 de un régimen político que proclamaba la “dictadura del proletariado”. Es un país que integra la Unión Europea y mantiene su propia moneda. Si bien una generación de personas mayores principalmente de las zonas rurales añora los beneficios sociales y en educación que les brindaba el comunismo, la democracia social y la economía de mercado parece un destino acertado para su población.
Enviado Especial de “Te Cuento Algo”.