IDEAS QUE TRANSFORMARON EL MUNDO: NACIONALISMO

NACIONALISMO

La creación de una comunidad consanguínea

            El concepto de nacionalismo se basa en la creencia en que existen características que distinguen un grupo de personas de otro. La palabra procede del latín natío, que significa “lugar de nacimiento”; de ahí surge la idea de un grupo tribal o social basado en una consanguinidad real o imaginaria. Por encima de todo, el nacionalismo es el principio político que afirma que las poblaciones con características nacionales comunes deben tener libertad para organizarse en estados soberanos e independientes.

          El nacionalismo moderno se remonta al siglo XVIII. Al parecer, el primero que utilizó la palabra fue el filósofo alemán Johann Gottfried Herder (1744-1803). Pronto se puso de moda afirmar que la identidad nacional era el resultado de una combinación de elementos como el origen étnico común, y un idioma común. La tendencia emocional al nacionalismo fue en parte una reacción contra la existencia de los filósofos de la Ilustración en la universalidad de toda experiencia humana y su menosprecio de los acontecimientos históricos locales. Los intentos de Napoleón por someter toda Europa a la hegemonía francesa espolearon el desarrollo de la oposición nacionalista en los demás países.

           El idioma ha sido con frecuencia un elemento crucial en la formación del sentimiento nacionalista. La nacionalidad inglesa no pudo existir hasta que el idioma anglosajón se combinó con el francés normando, dando origen al idioma inglés; tampoco hubo nacionalidad francesa hasta que se produjo una fusión similar entre el franco-germánico y el latín, de la que surgió el francés. La religión puede que no ocupe el lugar preponderante en la formación de la identidad nacional, pero desde luego forma parte de la mezcla. El auge del sentimiento nacional en Europa coincidió con la Reforma religiosa, que acabó con el predominio del latín y fomentó el uso de lenguas vernáculas. Los grandes reformadores protestantes –Martín Lutero (1483-1556) en Alemania, John Knox(1513-1573) en Escocia y Juan Calvino (1509-1564) en Francia- utilizaron sin reparos argumentos nacionalistas.

           Los diversos componentes del nacionalismo hacen que los habitantes de un estado tengan la sensación de ser especiales; de este modo, el nacionalismo puede fomentar sentimientos de superioridad y, en casos extremos, generar chauvinismo, xenofobia y belicismo. No cabe duda que ha provocado guerras y, por esta razón, los que pretenden combatir esta influencia que consideran funesta han creado organismos internacionales contra esta tendencia.

 

 

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