En casa del anticuario apareció la fina mujer, cuya cintura se cimbreaba en la luz. -¿Qué desea? ¿Me trae algún abanico? El anticuario, al verla sin ningún paquete, creyó que era una de esas que se sacan de no se sabe dónde un abanico, un abanico viejo, que llena de […]