La Iglesia Católica inventó el infierno y también invento al Diablo. El Antiguo Testamento no mencionaba esa parrilla perpetua, ni tampoco aparecía en sus páginas este monstruo que huele a azufre, usa tridente y tiene cuernos y rabo, garras y pezuñas, patas de chivo y alas de dragón. Pero la Iglesia se preguntó: […]